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sábado, julio 27

Loueila Mint: “España ha sido el principal responsable de nuestra situación y Marruecos es el culpable porque es quien está haciendo por desaparecer nuestra población”

Foto Atalayar

Entrevistamos a la abogada y activista saharaui Loueila Mint sobre la situación actual del Sáhara Occidental y cómo ha cambiado a raíz del cambio de postura del gobierno español en las últimas semanas.

En una situación internacional ya de por sí bastante compleja por la Guerra de Ucrania, hace apenas dos semanas, el gobierno español decidió cambiar su postura respecto al Sáhara, en la que se había mantenido neutral durante más de cuarenta años, para apoyar la deriva autonomista de Marruecos, que podría convertir el Sáhara Occidental en una autonomía más del país. La abogada y activista saharaui, Loueila Mint, explica cómo no solamente es una decisión de España, sino una postura apoyada por diversos países dentro de las Naciones Unidas, en la que Estados Unidos dio el primer paso el pasado diciembre de 2020, cuando el entonces presidente Donald Trump reconoció al Sáhara como territorio marroquí.

En cualquier caso y ante el cambio de postura, lo que está claro es que la diáspora saharaui está presente en su activismo por el derecho a la autodeterminación, y el conflicto, más presente que nunca en el debate social y político.

Ha habido mucha desinformación sobre el conflicto saharaui en España…

Creo que dentro de lo malo de la situación, hay que coger lo bueno y lo bueno ha sido que mediáticamente se está hablando del tema. Un tema lleva más de cuarenta y seis años y que ha estado apagado muchísimo tiempo a nivel informático. De hecho, muchos de los periodistas que han intentado ir tanto a los campamentos de refugiados como a los territorios ocupados en el Sáhara Occidental han estado bloqueados o boicoteados por las autoridades marroquíes, que no dejaban entrar y poder grabar qué era lo que estaba sucediendo y cómo afectaba a los activistas que estaban allí y en los campamentos saharauis.

Loueila Mint

Lo vimos con Televisión Española, que hubo un problema con los propios periodistas que iban a los campamentos y cuya dirección dentro de televisión española se limitó a ir y se cancelaron esos vuelos. Siempre ha habido un apagón informativo. Sobre todo, en los últimos años. En 2010 vivimos el Campamento de la Dignidad, un campamento que se creó a las afueras de El Aaiún para denunciar las condiciones que vivía el pueblo saharaui, desde allí que se firmaron varios documentos y fueron muchísimos periodistas a grabar. A partir de 2011 hubo un apagón muy grande, fomentado por el lobby marroquí y la monarquía marroquí y por la comunidad internacional con la complicidad de Estados Unidos, España, Francia y todos los “amiguetes” del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que son los mismos que están en la Unión Europea y que son los mismos que potencian que se siga manteniendo esa ocupación ilegal en el Sáhara Occidental.

Es algo que compete a España y que de alguna manera parece que ha facilitado llegar a este punto…

España fue quien colonizó el Sáhara Occidental cuando se repartieron África. El único territorio que está pendiente de descolonización es el Sáhara Occidental, España no llevó a cabo el proceso de descolonización en 1975, fue un momento muy difícil para España en el que estaba haciendo una Transición desde una dictadura hacia una democracia. Era un momento para mí muy entendible, pero no hizo lo que tenía que hacer, que era empezar ese proceso de colonización. Se dio el territorio a Marruecos y Mauritania, cuando eso no se puede hacer, esos acuerdos tripartitos celebrados el 14 de noviembre de 1975 en Madrid son declarados nulos de pleno derecho por el derecho internacional. Después de todo esto España no ha hecho un proceso de descolonización, dio el país a otros dos países y se fue. Mucha de mi familia me contaba en el 75 cómo fue, donde además el rey emérito prefería sacrificar la última gota de sangre de un ciudadano español por un saharaui. Al día siguiente habían recogido sus tropas y fue la Marcha Verde, una invasión militar y civil por parte de Marruecos en el territorio. España no hizo lo que tuvo que hacer, pero además ha sido cómplice en materia de inmigración para que el pueblo saharaui sigamos en la situación en la que estamos. Yo me crié en un campamento de refugiados y no fue decisión mía criarme allí, ni la de mi familia. Fue un empuje por culpa de la colonización y de la ocupación militar ilegal de Marruecos en los territorios. España ha sido el principal responsable de nuestra situación y Marruecos es el culpable porque es quien está haciendo por desaparecer nuestra población, encarcelarla y por robarnos nuestros recursos naturales, pero quien fomenta estas actitudes son España, Francia, Estados Unidos y es donde hay que poner el foco, en esa complicidad internacional ante un pueblo que tiene derecho a autodeterminarse en los términos que se acordaron en el Alto y Fuego de 1991.

La vida de los campos de refugiados que eran temporales ha terminado por convertirse en la vida de muchas generaciones…

Nosotros gracias al apoyo de Argelia hemos tenido un lugar donde empezar nuestra vida, pero es un lugar que mi madre, mis tías, recuerdan como algo provisional, que pensaban que estarían algunas semanas o meses, pero no cuarenta y seis años, ellas pensaban y creían que iba a ser como un parche o una tirita hasta poder volver a su país, pero ya llevamos casi la mitad de un siglo esperando justicia. Precisamente estos territorios cedidos en Tinduf no están diseñados para tener agua, es un lugar totalmente inhóspito, en medio del desierto, en el que cuando hay unas condiciones muy malas nuestras casas se destruyen, se derriten, porque están hechas de adobe… vivimos en unas condiciones precarias donde dependemos de la ayuda humanitaria y de muchísimas asociaciones que han querido contribuir. Aun así, yo he tenido una infancia muy feliz, pero una infancia gracias a un entorno sano en un lugar en el que no había nada, donde mi familia intentó que no nos faltara de nada, que pudiéramos salir y educarnos. Vivir desde la diáspora, desde fuera de nuestro territorio, desde el Estado Español y luchando por lo que creemos: la libertad de los pueblos, la autodeterminación de los pueblos, el derecho a la libertad y a la lucha pacífica de nuestro pueblo.


¿Qué posibilidades tienen los refugiados que han quedado en Tinduf a la vista de lo que está sucediendo?

Ninguna, a nivel educacional su educación se queda paralizada y si quieren seguir estudiando deben ir a Argelia, lo cual es complejo. A nivel sanitario, muchas familias no pueden acceder a los servicios básicos al estar en un campamento de refugiados, viven de una manera muy precaria. Además, los que nos fuimos tenemos una responsabilidad por los que se quedaron, porque los que se quedaron no fue una decisión suya, hay familias que no tienen la oportunidad de salir, por falta de visados o por supervivencia y están luchando con las diversas condiciones de vida que encuentran y esperando la ayuda humanitaria para poder vivir. Al final, creo que la gente que se ha quedado, se ha quedado en el olvido absoluto de un fracaso de una gestión de Naciones Unidas por querer negociar con Marruecos por lo que ellos dicen, querer encontrar “una solución justa duradera y aceptable por ambas partes”. Tengo claro que con un ocupante que ocupa, saquea y viola sistemáticamente los derechos humanos de las personas que están en un sitio, no se puede negociar. No se puede dar una solución justa y adecuada para ambas partes. A mí no me sorprendía la postura de España, porque dentro de los acuerdos comerciales ya estaba esa ocupación, así que encontrar la carta de Marruecos es ponerle palabras a lo que ya se estaba haciendo. Cuando ahora la oposición y otros partidos se han puesto del lado de la justicia y del pueblo saharaui se han hecho eco de esas palabras que el PSOE puso en su campaña electoral. Las personas que luchamos por esa justicia, por la legalidad y la libertad de los pueblos no podemos aceptar que la parte que se viene beneficiando de la violencia y de la ocupación pueda llegar a un acuerdo aceptable por ambas partes.

Porque el Sáhara no deja de ser un territorio que tiene derecho a autodeterminarse…

También hay algo que se olvida, que es que España puede decir lo que quiera como aliada, pero hay que tener en cuenta que el territorio del Sáhara Occidental es un territorio autónomo y pendiente de descolonización, no estamos hablando de una comunidad dentro de Marruecos que quiera ser independiente, estamos hablando de un territorio que no tiene que ver nada con Marruecos y que Marruecos lo ocupa de manera ilegal, por tanto, no existe esa posibilidad de esa autonomía, porque nosotros no somos una comunidad autónoma dentro de Marruecos que queramos independizarnos, somos un territorio independiente a Marruecos y esto tiene que quedar muy claro. Es nuestra voluntad, la del pueblo saharaui y tengo muy claro, creo que también mucha de la población saharaui que vive en la diáspora también, que, si nos tenemos que volver para luchar contra esa autonomía, lo vamos a hacer y que en ningún momento vamos a permitir. El Frente Polisario ya está en un conflicto con Marruecos desde 2020, nosotros ya nos hemos pronunciado de que estamos en contra de la ocupación militar y que queremos nuestra autodeterminación y nuestro derecho a nuestro territorio, ni más ni menos.

Desde la diáspora, ¿cómo se está haciendo activismo para hacer presión a instancias europeas?

Nosotros, los saharauis que hemos salido hemos tenido la suerte de que nos hemos formado en la diáspora. Queremos el apoyo claro de la sociedad española y de todas las sociedades, que a diferencia de sus gobernantes sí que se han pronunciado a favor de la legalidad y de la justicia y la población que nos hemos criado fuera de los campamentos, pese a ser refugiados, pese a tener muchos problemas, muchas trabas burocráticas en el estado español y pese a tener muchos hándicaps, creo que somos una población fuerte, joven y formada y se va a poder producir un cambio generacional. Creo que, a nivel internacional y diplomático con el Frente Polisario, va a ser esencial, si nosotros que estamos en la diáspora nos movemos en otras instancias, si nosotros cogemos esto con fuerza y hacemos algo transversal que pueda romper con la estructura que se ha venido viviendo con los campamentos, puede salir algo muy potente y nos va a poder ayudar esta situación. Nos tenemos que organizar y que se haya filtrado esta carta del gobierno marroquí es algo positivo. Tenemos que diseñar unas estrategias con la juventud de la diáspora junto con los que están en los territorios ocupados y en los campamentos de refugiados para ver la salida a esta situación.

Inés Villodre



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