En 1579 un hombre de origen africano, conocido como Yasuke llegaba a Japón, sin saber que se convertiría en el primer samurái negro y de origen extranjero de la historia, bajo el servicio del señor de la guerra Oda Nobunaga.
Aunque no se sabe bien de qué país procedía, algunos han situado su nacimiento en Mozambique, pero otros estudios han sugerido que provenía de Etiopía o Nigeria. En 2013 una investigación japonesa con el nombre Descubrimiento de los misterios del mundo concluyó que Yasuke procedía de la etnia africana Makua y que su nombre original era Yasue.
Él y un jesuita italiano, Alessandro Valignano, a quien servía como guardaespaldas, llegaron en 1579 a Japón a través de la India. Se cree que, en realidad, estaba esclavizado por ese monje, pero otras voces, como la del historiador británico Thomas Lockley, estiman que había sido liberado antes de conocer a Valignano, quien lo contrató sin más.
En 1581, el monje jesuita se dirigió a lo que entonces era la capital japonesa, Kioto, para reunirse con Oda Nobunaga, un poderoso daimyō del período Sengoku y de inicios del período Azuchi-momoyama, para pedirle permiso para salir de Japón. Fue en ese viaje cuando Yasuke se cruzó con él.
Nobunaga se sorprendió mucho por el tono de piel de Yasuke y pidió que se desvistiera hasta la cintura y fuera frotado con agua y jabón para comprobar que su color de piel era real, pues creía que lo habían pintado así por diversión o que, incluso, podía ser un espía. Además, le sorprendió mucho su estatura, pues medía 1.88 metros y la media japonesa se situaba en 1,57, y, además, era fuerte como un toro, ya que las crónicas japonesas cuentan que su fuerza equivalía a la de diez guerreros nipones.
Nobunaga lo convirtió entonces en su guardaespaldas personal, y después de entrenarlo y orientarlo en las costumbres del bushido, llegó a nombrarlo su samurái de confianza. Era él el primer samurái de origen no japonés, aunque es posible que después cientos personas llegadas de otros países fueran empleados como tal, pero él tiene el cargo de ser el primero registrado y, además, el primero con piel negra.
Yasuke luchó por su nuevo señor y llegó a formar parte de su círculo íntimo, incluso de los pocos guerreros que podían cenar con él. Pero Nobunaga no se interesó por él solo por sus habilidades en combate, sino que también por su capacidad de conversación y la lectura. El samurái entretenía al señor feudal con cuentos de su tierra, lo que demostraba que era una persona instruida y de alto nivel cultural.
Como guerrero causó mucho revuelo, ya que la gente se trepaba una encima de la otra para poder verlo, aunque fuera por un segundo, y algunos murieron aplastados en el intento, según narra el historiador Lawrence Winkler. Les sorprendía especialmente su altura y su color de piel.
En el camino a una batalla en 1582, Nobunaga sufrió una emboscada orquestada por su general Akechi Mitsuhide, lo que se conocería como el incidente Honnō-ji. En él Nobunaga perdía la vida el 21 de junio de 1582, ya que durante el asalto realizó seppuku, una técnica de suicidio ritual que consiste en cortarse el abdomen. Para los guerreros suponía una forma de preservar el honor incluso en la derrota. El ritual a veces involucra a un kaishakunin, o un “segundo” designado, normalmente, que decapitaba al individuo. “No hay registro, pero la tradición sostiene que fue Yasuke quien tomó la cabeza de Nobunaga para salvarla del enemigo”, dijo Lockley.
El atacante Mitsuhide decidió perdonar la vida al samurái negro sorprendido por su valentía y arrojo y lo liberó. Tras ello, Yasuke se unió a Oda Nobutada, el hijo de Nobunaga, a quien entregó su cabeza. No se tienen registros de lo que pasó con Yasuke después de aquello, pero se cree que volvió con los jesuitas y posteriormente a Mozambique.
En el siglo XVI muchos europeos llegan por primera vez a Japón, principalmente comerciantes en busca de nuevos productos y misioneros que esperaban llevar a cabo una evangelización que nunca se produjo. La mayoría eran recibidos por los daimyô, los señores de la guerra que gobernaban en esa época un Japón dividido y muy militarizado.
La plataforma digital Netflix estrenaba el pasado 29 de abril una serie de anime inspirada en la historia de Yasuke, bajo la dirección de Lesean Thomas y con el estudio de animación japonés Mappa. Pero no es la primera vez que la cultura se hace eco de su historia porque en 1968 el autor Kurusu Yoshio publicaba el libro infantil Kuro-suke contando su historia y en 2017 apareció como personaje del videojuego Nioh, producido por Koei Tecno. Además, en junio de este año se prevé que aparezca Samurai Warriors 5, en que uno de los personajes se basa en Yasuke.
Otras obras inspiradas en él son el manga y anime Afro samurái, cuyo personaje principal tiene algunas características de Yasuke. Además, en 2017, el estudio de Hollywood Lionsgate anunció que estaba desarrollando una película sobre el guerrero, pues 500 años más tarde, su inusual historia sigue fascinando al público. Iba a ser interpretado por Chadwick Boseman, conocido por su papel en Black Panther, pero este fallecía el pasado agosto después de una larga enfermedad y de momento no se conoce su sustituto.
Natalia Ruiz-González
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