Epsy Campbell Barr es política y economista costarricense, activista y defensora de los derechos humanos. En abril de 2018 fue nombrada vicepresidenta del país centroamericano, convirtiéndose en la primera mujer afrodescendiente en ocupar dicho puesto en el continente, pues en la América isleña lo había ocupado Viola Burnham en los años ochenta en Guyana. Hoy reconocemos su trabajo y labor en la lucha feminista y antirracista, así como su importante papel en la visibilización de las mujeres en la política mundial.
Epsy Alejandra Campbell Barr nace en San José de Costa Rica el 4 de julio de 1963, hija de Shirley Barr Aird y Luis Campbell Patterson. Es la cuarta hija de siete hermanos y descendiente de migrantes jamaiquinos que a principios del siglo XX emigran a Costa Rica para construir los primeros ferrocarriles del país. Uno de ellos es su abuela paterna, de quien toma su nombre, Epsy, y que, a pesar de no conocerla, ha supuesto su principal inspiración, según contó en el libro Luchadoras del IICA.
En esta misma obra cuenta cómo la primera batalla política a la que tuvo que hacer frente se fraguó en su propia casa, como miembro de una familia numerosa. “Desde que tengo memoria me parece injusta la distribución de las responsabilidades en el hogar. Según mamá, una de las primeras frases que aprendí fue ‘¡No es justo!’. No es justo que las hermanas lavemos los trastos y ellos no; no es justo que mientras ellos solo limpian el patio nosotras tenemos que ayudar en la cocina; no es justo que nosotras tendamos las camas y ellos no. ¡No es justo! ¡No es justo!”, afirma en el libro.
Asistió a la escuela en Las Gravilias y al colegio Ricardo Jiménez Oreamuno donde concluye la formación primaria en 1975. Sus estudios de secundaria los efectúa en el Liceo Franco de Costa Rica y se gradúa en el Colegio Superior de Señoritas en 1980. Al mismo tiempo, cursa estudios de flauta y saxofón en la Orquesta Sinfónica Juvenil entre 1976 y 1983. En aquellos años ya se preocupaba por la lucha feminista. De hecho, cuenta que cuando hizo su viaje final de estudios se compró un bolso grande con un letrero que decía “Never underestimate the power of a woman” (‘Nunca subestimes el poder de una mujer’), que ella misma ha tildado como su primera pancarta política.
Más tarde comienza sus estudios en Administración de Negocios, Sociología y Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y, más tarde, los de Economía por la Universidad Latina de Costa Rica, que culmina en 1998, después de una década viviendo en el Caribe. Asimismo, efectuó un máster en Técnicas Avanzadas de Gestión y Decisión Política, organizado por el Programa Gadex, y otro en Cooperación Internacional para el Desarrollo, ambos en Madrid.
Campbell Barr realizó varios trabajos antes de hacer política, como maestra de escuela primaria, agente de viajes o gerente de hotel. Pero en ese tiempo sí que defiende abiertamente los derechos de las mujeres y los afrodescendientes, como antesala a su desarrollo político.
Fue elegida diputada en dos ocasiones, la primera entre el periodo que va de 2002 a 2006 y el segundo, entre 2014 y 2018, por el Partido Acción Ciudadana (PAC). Fue, asimismo, jefa de Fracción del 2003 al 2006 y presidenta de la agrupación desde el 2005 hasta el 2009.
También fue dos veces precandidata a la Presidencia de la República por este partido. La primera en 2009 compitiendo con el empresario exportador Román Macaya Hayes y el fundador del PAC, Ottón Solís, quien ganó la candidatura. La segunda tuvo lugar en febrero de 2013, bajo el lema “¿Vamos o no vamos a sacar a Liberación?”, pero se retiró de la carrera ante Luis Guillermo Solís.
Durante su segundo período como diputada, el 17 de octubre de 2017, Marvin Rodríguez Cordero y ella son designados candidatos a la vicepresidencia en la lista de PAC que encabezaba Carlos Alvarado Quesada. Durante la campaña, el candidato del PIN, Juan Diego Castro, declaró que las mujeres miembros del Poder Judicial habían avanzado a través de favores sexuales, algo que, por supuesto, Campbell Barr condenó públicamente.
En las elecciones del 1 de abril de 2018 fue elegida primera vicepresidenta de Costa Rica en el gobierno de Carlos Alvarado Quedada y durante un tiempo ocupa, además, el puesto de ministra de Relaciones Exteriores. Entre sus objetivos se encuentra, principalmente, la ruptura del famoso techo de cristal para las mujeres, especialmente las afrodescendientes. “Entendemos que hay unas brechas sobre las que tenemos que trabajar y nos hemos alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde hay uno bien claro relacionado con las mujeres”, ha declarado al respecto. Aunque cada vez hay más mujeres licenciadas, siguen siendo muy alto su nivel de desempleo en el país. Además, “las mujeres seguimos estudiando carreras más tradicionales y los mercados están demandando ingenierías, ciencias, tecnologías, matemáticas, otras áreas en las que no hay un esfuerzo de orientación vocacional para que las mujeres, que muchas veces son las mejores en matemáticas, terminen consolidándose en carreras que son de mucha más alta demanda”, añade.
Aunque su mandato como ministra hizo decaer su popularidad por presuntos nombramientos irregulares en el ministerio, las investigaciones efectuadas por la Fiscalía General concluyeron que no había incurrido en ninguna falta, sino que más bien estos rumores podrían proceder de voces opositoras que no se muestran a favor del trabajo que efectúa Campbell Barr.
Entre su dedicación, llamamos la atención en la coordinación de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas y Afrocaribeñas, el liderazgo del Foro de Mujeres para la Integración Centroamericana, su participación de la Alianza de Pueblos Afrodescendientes de América Latina y las Antillas o la fundación del Centro de Mujeres Afrocostarricenses. Asimismo, ha ejercido como consultora nacional e internacional en temas relacionados con el empleo, desarrollo de los pueblos, comunidades y mujeres afrodescendientes, desarrollo humano, inclusión social y medioambiente. Asimismo, participó en el Comité que elaboró el “Informe Regional de Desarrollo Humano (IRDH) para América Latina y el Caribe: Progreso Multidimensional” en 2016 y también en el Proyecto “Políticas Públicas de Inclusión para mujeres y comunidades Afrodescendientes de las Américas y el Caribe”, que efectuó la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y Asociación para el Desarrollo de las Mujeres Negras Costarricenses, entre 2015 y 2017.
Además, como investigadora en los anteriores temas ha dado conferencias en la universidades de Howard y Nueva York, en la Alianza Social Continental, en la Cumbre de las Américas en Toronto o en el Instituto de Verano de la Mujer Negra de Johannesburgo, en Sudáfrica. Y también ha publicado más de una veintena de libros y artículos sobre democracia, inclusión, participación política y económica de las mujeres afrodescendientes, así como acerca del sexismo y racismo que estas padecen.
“Ser la primera mujer vicepresidenta afrodescendiente en América Latina es un gran reto y gran oportunidad producto de un esfuerzo colectivo de mucha gente que ha caminado. Me permite abrir esa puerta más para que muchas más mujeres pasen por esa puerta y para que las sociedades vayan abriendo más oportunidades en todo el ámbito político”, ha descrito Campbell Barr, que considera que es muy necesario que las mujeres ocupen un papel destacado en la esfera política.
De hecho, tras el nombramiento el pasado mes de enero de Kamala Harris como primera vicepresidenta afroestadounidense, también de ascendencia jamaicana, Epsy Campbell le envió un mensaje a su homóloga para construir una agenda común en defensa de los derechos de las afrodescendientes y demás víctimas de exclusión. Uno de los mensajes que lanzaba la costarricense era el desafío que afrontan para erradicar por completo el racismo. “El brutal homicidio del ciudadano afroamericano George Floyd es un golpe a los valores más altos de una sociedad democrática. Este caso no puede quedar impune. Expreso mi solidaridad con el dolor de la familia de Floyd y de toda la comunidad afroamericana. El mundo entero tiene el desafío de erradicar por completo el racismo y la discriminación racial”, escribía Campbell en su cuenta de Twitter.
Actualmente, entre los programas que impulsa en la Vicepresidencia, llamamos la atención sobre el Programa Franja de Desarrollo de la Zona Norte para atender las desigualdades en la región de Costa Rica que limita con Nicaragua y la promoción de una serie de iniciativas a favor de la población afrodescendiente, como la declaración del Día Internacional de los Afrodescendientes por parte de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante la resolución 75/170 del 16 de diciembre de 2020.
Toda esta labor le han validado numerosos reconocimientos. Así, en 2019 fue considera por la Revista Forbes como una de las mujeres más poderosas de América Latina, como una de las mujeres más influyentes de la región por la Revista Estrategia y Negocios y como una de las líderes afrodescendientes con mayor relevancia por la Red de Renacimiento Africano y de la Diáspora. Además, la Organización Most Influential People of African Descent le concede la distinción de ser una de las mujeres con ascendencia africana más importantes del mundo.
Algunas de sus hermanas también son conocidas por su trayectoria profesional, su hermana Doris es actriz profesional, bailarina e instructora de danza contemporánea en el Taller Nacional de Danza; su hermana Sasha, cantante, periodista y presentadora costarricense; y su hermana Shirley, antropóloga y poeta, autora del poema Rotundamente negra (1994), símbolo para las mujeres afrodescendientes de América Latina.
Natalia Ruiz-González
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