domingo, noviembre 24

Narrativas negras: lugar de poder, lugar de habla, lugar de encuentro

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Empecé mi viaje de forma inesperada en 2015… no sé por qué, pero decidí rescatar el hábito de la lectura de ficción, estaba a tiempo entre artículos, biografías, estudios y así que pensé, lo haré. Aquella decisión al azar fue la más acertada de mi vida, pues de alguna forma que no sé explicar, todo lo que he vivido hasta allí me ha preparado para una nueva existencia: ser una escritora de ciencia ficción.

Caminé en cuatro o cinco espacios enormes durante todo el día, que cada dos años dice que es el más grande de América Latina en libros, en busca de un espejo y nada, ni una capa que me hiciera salvadora de un gato, revelando una intriga internacional o punto de vuelta distópica. Esto me incomodó y por supuesto que existían algunos libros, pero las líneas de interés en la ficción no nos pertenecían. Entré en el autobús y me fui a casa pensando el gran espacio vacío de la representación y luego vino un deseo fuerte de escribir sobre un mundo donde los negros son el motor de un cambio de tendencia y así nació la Duologia Brasil 2408.

Si existiera una máquina del tiempo y yo volviera atrás y me dijera … Luciene, usted se convertirá en una escritora independiente, adoptará el seudónimo de Lu Ain-Zaila y un día volverá, en 2017 para ser más exacta, a la Bienal Internacional del Libro para lanzar una obra, una ciencia ficción que se coloca y te colocará en la historia de la literatura nacional, y te amarás. ¿Lo creería? Mi respuesta sería … no. Pero si es verdad, estoy contenta de haber descubierto una forma de hacer la diferencia, yo arriba! ¡Que empiece el viaje!

¿Y qué tiene que ver con el poder de la narrativa? Bueno … puse en el “hall” de la historia literaria brasileña de ciencia ficción, la primera protagonista negra, heroína negra, foco de una revolución en un Brasil del siglo 25 y esa aventura hizo de mí, la primera autora negra de ciencia ficción de este país y ese es un lugar de habla poderoso, pero difícil también porque abrir camino nunca es fácil para una persona negra y somos tan pocos que ni me atrevo a numerar. Pero no es por casualidad, hay historia y motivos por lo que descalifican lo nuestro y eso necesita ser contado. Necesitamos decir a los nuestros para que no se engañen, no sean atrapados desprevenidos soñando con un camino que no dejarán que pasemos sin resistencia. La literatura es uno de esos caminos y la escritura y producción en el margen una realidad que podemos hacer poderosa si sabemos crear oportunidades.

No fue intencionadamente y ni siquiera sé explicarlo, pero hoy me tomo pensando en cómo la narración y el poder del mito nos plantean desafíos que no esperamos afrontar, pero aceptamos. Ante esta situación es imposible no hacer una analogía con la lógica de algunos cuentos africanos donde somos colocadxs ante la bestia que podemos nombrar aquí como racismo. En la secuencia somos tragados por este monstruo lleno de voracidad (invisibilidad) y una vez dentro de él que nos consume, algo sucede, algunos y algunas de nosotros demuestran un fuego, un ímpetu que brilla frente a la desesperación de no más «ser sólo a sí mismo» y clama por la posibilidad de luchar. En ese momento abrazamos una misión y en el interior de la bestia sentimos un poder tomarnos y ese rasga la carne de la criatura como una espada, un puñal o una … narrativa afilada y estamos libres! Saltamos a la vida renacidos, ahora héroes y heroínas de cara negra, rumbo a lo desconocido, seguros de que no queríamos estar en otro lugar.

Es así que me sentí aquel día, llamada a luchar contra innumerables peligros visibles e invisibles, que ni siquiera pensé cuáles serían o qué forma tendrían en cada línea de escritura, pero de una cosa yo estaba segura, defendía mi existencia y la existencia de innumerables negrxs frente a lo desconocido. Mi poder es espiritual, alimentado por la comprensión de nuestro lugar en el mundo, presente de semidiosxs nacidos sobre esta tierra y guerrerxs sobrevivientes de sumos incontables (racismo, eugenesia, desigualdad, esclavitud, colonialismo, genocidio, etc., etc.).

Semidiosxs = Cheik Anta Diop, Carlos Moore, Chinua Achebe, Conceição Evaristo, Nzinga, Donato Ndongo, Wole Soyinka, Sundiata Keita, Zumbi dos Palmares, Abdias do Nascimento, Lélia Gonzalez, Dr. King, Aqualtune, Yennenga, Mandela, Biko, Milton Santos, Muhammad Ali, Alonso de Illescas, Albert John Lutuli, Toni Morrisson, Octavia Butler, María Remedios Del Valle, Irmãos Rebouças, Rainha Amina, Nancy Morejón, Mayra Santos-Febres, Rainha Ndatté Yalla y tantxs outrxs…

Narrativas negras: lugar de poder, lugar de habla, lugar de encuentro

En cada línea que escribí y en las nuevas que produce en forma de cuentos, artículos e ideas, me veo nuevamente empujada por carreteras que desconozco. Son calles, oficinas, investigaciones y discursos que ahora resuenan sonidos extraños y puedo ver, oír más allá, siento y veo la forma real de aquellos que nos persiguen en medio de la multitud: humanos, insectoides, disformes, extraños seres … los percibo, les doy nombres y un héroe o heroína de cara negra para confrontarlos. Ahora soy la que imbuida de un poder no visible, busco entre nosotros negrxs, aquellos que tienen en su interior la llama, a la espera de ser llamados a aventurarse frente al inesperado y peligros inimaginables, tal vez ni tan inimaginables así…

El poder de la narración, ni siquiera imaginaba lo que podía hacer, pero yo sabía, yo sentía que era capaz de iniciar aquella primera jornada y, a ella, mi heroína le dio un nombre, Ena, que significa «estar predestinada».

Yo la coloqué en un mundo de ficción, al principio, un país del futuro donde inicia su caminata sin imaginar que será llevada a luchar por la verdad y protección de los escasos recursos naturales, apoyada por amigxs (incluyendo personas indígenas y LGBT en lugar de habla) y especialmente su madre Naira, la persona responsable de un sistema que mantiene el orden nacional, y por su padre Amir, a través de recuerdos ya que murió en un atentado, pero no sin antes pasar a la hija una pista, un secreto en la forma de un ideograma y proverbio Adinkra llamado Sankofa, que dice – Nunca es tarde para volver y recoger lo que quedó atrás . Y entonces años pasan, ella se decide por seguir la carrera del padre y … la jornada comienza. La vida de nuestra heroína será tocada por alegrías, tristezas, descubrimientos y cambios que la llevar a un propósito, obtener todas las partes de la verdad y con ella provocar, queriendo o no, la revolución del país.

Escribí (In)Verdades, parte 1 y (R)Evolución, parte 2, cerca de 600 páginas en siete, ocho meses, durante varias madrugadas donde dormir 4 o 5 horas no era un problema, vuelva a leer y corregido durante el regreso del trabajo en el tren vía celular o agenda, no hacía diferencia. Lo importante era atender al llamado invisible sin voz nítida, brillo en el cielo o forma cierta que me llevó a descubrirme escritora. Pero hoy sé… voces ancestrales internas clamaron que yo siguiera mi caminata Sankofa con percalos, dudas y victorias que me permiten hoy escribir estas palabras.

La escritura por manos negras, sean de ficción o no ficción, son nuestra guía de caminata y curación, la linterna que ilumina nuestro desconocido destino, abre caminos y difunde conocimiento y comprensión de nuestro lugar en el mundo, de lo que fue y aún puede ser nuestro viaje si estamos dispuestos y dispuestas a dejar el cautiverio sin muros de la ignorancia en cuanto a nuestro lugar en el mundo, nuestro estado zumbi o marioneta de una fuerza extraña, sólo etiquetas diferentes para una misma prisión.

Nuestras narraciones negras no son un lugar vacío de propósito, ellas se presentan ávidas por contarnos innumerables verdades sobre nuestra fuerza y presencia en el mundo. Siendo así, estudios, artículos, biografías o mundos imaginarios deben ser encarados como el nuestro – Elixir de la Libertad – capaz de cambiar nuestro cuerpo y nuestra alma, dándoles un nuevo reflejo, uno con el que nos reconocemos y sentimos acogidos, y no importa si vivimos en Cabo Verde, Uganda, Brasil, Chile, Suecia o Canadá, necesitamos reencontrar nuestra viaje y la voz ancestral perdida.
Y para que no queden dudas sobre el poder de la narrativa, fruto de nuestra más intensa voluntad de combatir las bestias invisibles, pero pulsantes, dejo un pequeño cuento y una analogía que demuestra cómo podemos empezar a girar el juego y siendo las voces de las narrativas – negras – cambiar el futuro real, imaginativo o alternativo, que en nuestro caso se confunden…

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No sé precisar en qué tiempo sucedió, pues ya nací dentro de una batalla entre nosotros y los Balfac Cke, resultado de una simbiosis entre humanos blancos susceptibles y una entidad que no puedo precisar si es de tiempos inmemoriales o de fuera del planeta.

Sólo que nosotros, negrxs, de algún modo somos inmunes a sus embestidas y así nos convertimos en la esperanza de la humanidad contra este enemigo, un lugar de prestigio, pero al mismo tiempo peligroso, pues las criaturas logran esconder sus identidades y de repente… Balfac Cke están a nuestro alrededor.

Es necesario estar siempre atento y con protectores de oído para no sucumbir al sonido que hacen, lo que llamamos «ruido cke», un tipo de trance que intenta hacernos aceptar su investidura, aceptar sus planes, pues si no pueden tomarnos, entonces por lógica, necesitan destruirnos.

Siendo así, nos encontramos en una batalla épica donde cada uno de nosotros es una heroína y héroe de cara negra, armados de las más variadas y variantes armas que conseguimos crear para combatir a un enemigo en el mundo real e imaginario de nuestras vivencias.

LEYENDA
tiempo = historia del mundo; la entidad simbiótica = racismo; Balfac Cke = Blackface (humano blanco + la entidad); negrxs = ¡No somos fantasías!; lugar de prestigio/peligroso = toma de la conciencia del racismo y sus vertientes; criaturas esconden la identidad = caminar durante el año sin demostrar y de repente … Blackface/Balfac cke, racismo, etc.; ruido cke = discurso de normalidad, que estamos exagerando al defendernos del racismo, que es mi mi mi…; trance = «estás exagerando, no es racismo…»; destruir = descalificar nuestra producción, defensa, conocimiento, argumentación y lugar de habla.

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Este micro cuento es un buen ejemplo de lo que podemos hacer y enseñar a través de una narrativa negra y consciente de su lugar en el mundo. Este es un poder que sólo podemos adquirir si nos volvemos a la playa de los conocimientos, donde las perlas dejadas por semidiosxs están a nuestra espera. Cada una de ellas es un descubrimiento, un paso hacia una memoria, inspiración, lucha, sosiego y liberación.

Desea conocer…
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facebook/instagram: brasil2408

 

 

Luciene Marcelino Ernesto - Lu Ain-ZailaLuciene Marcelino Ernesto – Lu Ain-Zaila

Pedagoga, escritora de ciencia ficción – Duología Brasil 2408,
primera obra de ciencia ficción nacional (2016/2017) con
una protagonista negra futurista / afrofuturista.
Rio de Janeiro – Brasil
duologiabrasil2408@gmail.com


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