Sobre “No es país para negras” – La obra

Como muchas, yo crecí sin verme en parte alguna. Ni en las películas, ni en los dibujos, ni en las novelas. Mi sueño de niña siempre fue una Barbie morena – y ojo, dije morena, blanca con los cabellos negros era el máximo que me permitía desear – ya que la idea de una Barbie de color, rasgos y cabellos como los míos sonaba a delirio.

Por lo tanto, podéis imaginar el nudo en mi garganta provocado al ver una actriz en el escenario representando por una hora nuestra historia común. La de crecer sin estar en las cantigas, ni en la tele, ni en las revistas. De no poseer representación de calidad en los medios y por lo tanto, ser víctima de bromas, racismo y estereotipos extremamente hirientes.

¿Que es ser afroespañola? ¿Qué es nacer y crecer en un país donde no reconocen tu nacionalidad porque tienes un tono de piel distinto? ¿Qué es crecer con el sentimiento de no pertenecer a parte alguna? Silvia en “No es país para negras” tiene el poder de ponernos dentro de su piel en cada escena.

Me identifiqué particularmente con la interpretación de la adolescente negra que va a conocer a la familia del novio blanco y se encuentra con la tensa situación del racismo invisible. Cuando eres apenas una joven queriendo causar una buena impresión, ¿cómo reaccionar a las preguntas estereotipadas de la suegra y el repertorio de bromas racistas  del suegro?

En el teatro, durante algunas escenas, miraba discretamente hacia el lado y percibía que algunas de mis hermanas con las cuales había quedado para la función se secaban delicadamente, con la punta del dedo, una lagrima en el borde del ojo. Estábamos todas en sintonía, juntas en el mismo sentimiento. Pensaba en cómo de importante sería que las niñas que no se ven en parte alguna como yo viví tuviesen la oportunidad de ver la obra, a la vez que para los niños blancos (y también para los adultos) ofrece una ejercicio de empatía muy profundo sobre lo que es ser afrodescendiente y vivir en una sociedad blanca que aún necesita reconocer su diversidad.

Al finalizar el espectáculo, le pedí un abrazo a Silvia y le di las gracias  que se quedaron cortas cerca de las decenas de recuerdos y emociones que acababa de sentir.

La representatividad importa, fortalece y transforma.

Las próximas funciones de No es país para negras serán en Madrid, de 28 a 31 de julio, a las 20:00 en la Sala AZarte y están disponibles para su compra aquí (enlace: https://www.atrapalo.com/entradas/no-es-pais-para-negras_e4789583/)

Mariana Olisa

Master en Estrategia y Creatividad Digital por la Universitat Autònoma de Barcelona. Miembro de Black Barcelona.

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