Sobre la violencia patriarcal y la urgencia de nuevos modelos de masculinidad para los hombres negros: ¡SOS!
Soy una sobreviviente: mi experiencia como mujer negra, afrocolombiana y migrante ha significado desafiar a la vida y enfrentar a la muerte. Una muerte acaecida en la forma de un puño y de excesos de violencia presentes en un país que ha llegado al extremo de glorificar las bombas y despreciar a sus muertos.
Esta
nombrada muerte vino a mí, desde muy temprano, transfigurada en el rostro de un
hombre negro enfermo de guerra, enfermo de estrés postraumático, enfermo de misoginia;
un hombre negro preso en la cárcel de su idea de virilidad y masculinidad, un
hombre negro preso del colonialismo.
Parece
que todo el horror vivido no es suficiente para dignificarme: hoy me llaman resentida,
me acusan de victimizarme, me sugieren que eso era lo que debía pasar, que sea
positiva, que, después d...