¿Por qué te ofende mi piel?
¿Te has detenido un segundo a contemplarla en su inmensidad?, si lo hicieras, notarías los surcos que el paso del tiempo ha ido formando sin piedad por las largas jornadas bajo el sol, sembrando, arando la tierra, recogiendo la cosecha que los pájaros amenazan con llevarse, construyendo casas, pueblos y nuevas civilizaciones en nuestro continente.
Mírala bien, es profunda, inmensa como su cuna, poderosa como los ancestros que guían nuestros caminos.
No te detengas, observa sus cicatrices. Han estado ahí por años, llevan el peso de la opresión de otros pueblos, la pobreza material de los suyos, la discriminación y la barbarie están marcadas en mi piel, pero sigue siendo bella, admírala.
Es elegante y altiva, está pintada con orgullo y memoria, la adornan pedacitos de riqueza, de esa que c...