jueves, noviembre 21

Resultados de la búsqueda: Elvira Swartch Lorenzo

Mujer negra y respetabilidad

No se si estáis familiarizadas con lo que se llama la «política de respetabilidad». Se trata de una regla no escrita que deben seguir las personas marginadas y las minorías (negros, asiáticos, colectivo LGTB, etc)  para ganarse el respeto en la cultura dominante.

Salud e identidad en el pelo de las mujeres negras

Para las jóvenes negras, el cabello no es sólo algo con lo que jugar, es algo que está cargado de mensajes, y tiene el poder de dictar cómo los demás te tratan, y a su vez, cómo te sientes acerca de ti misma.

Chicote, la comida china y el racismo

No se trata de no denunciar las malas prácticas. Se trata de tener responsabilidad al manejar el privilegio, que es lo que no hicieron ni Chicote ni La Sexta. Han azuzado irresponsablemente los prejuicios.

¿Para qué sirve Garriga?

Garriga aparece cada vez que se acusa de racismo a la formación neofascista. Periodistas de extrema derecha afines a la formación, todos sus cargos electos y simpatizantes variopintos sacan a pasear a Garriga como la gran prueba de que no son xenófobos o racistas.

Estrategia y esperanza ante la amenaza violenta de la extrema derecha

Estamos a punto de entrar en una crisis de dimensiones desconocidas hasta ahora por la inmensa mayoría de la sociedad. Solo los más mayores vivieron situaciones parecidas como la que se nos viene encima. Y en esas circunstancias el chivo expiatorio de la inmigración como explicación culpable de todos los males es una baza que, aunque ya presente en grandes capas sociales, aumentará su señalamiento.

Jessica Krug. Un nuevo caso de usurpación de identidad negra

Una mujer completamente blanca se hace pasar por afrolatina, actuando como si entendiera lo que es estar oprimida y no solo elige serlo, sino que ocupa un espacio en su campo académico (la historia negra), que debería haber sido para una persona cuyas experiencias fueran auténticas.

Diario de pandemia 5: El Miedo

Me dicen que puedo contagiarme en cualquier momento, con pasar al lado de alguien que lo está. Me dicen que hay informes que dicen que puede haber rebrotes, que mejor no salir, que me lave y me lave las manos, que me aleje de la gente. Que lleve mascarilla, guantes que no puedo comprar. Todo esto lo hacen desde tertulias televisivas donde están unos al lado de otros sin guantes ni mascarillas.

Diario de pandemia 4. Hoy no saldré a aplaudir

Llevo 36 días confinada y empiezo a sentir las secuelas de la soledad. No puedo evitar sentir comprensión por los que se saltan la cuarentena. Pero entonces pongo la televisión (la pobre está trabajando a destajo estos días) y me dicen que son insolidarios, malvados contagiadores que merecen que caigan sobre ellos las siete plagas que con la que tenemos encima serían ocho.

Diario de pandemia. Balcones, aplausos y miradas desconfiadas

Pero me alegro, porque veo que en sus miradas de satisfacción cuando aplauden a las ocho y me miran asintiendo con la cabeza. No hay ni rastro de esa desconfianza que notaba cuando me cruzaba con ellos en el rellano. Sentía sus ojos clavados en mi nuca cuando daba vueltas a la llave para entrar en mi casa. Mi piel negra y mi pelo corto teñido de platino es un reclamo para la sospecha en un país que no ha normalizado al diferente.

La xenofobia que va detrás del virus

La denigración de ciertas poblaciones es un síntoma habitual cuando hay brotes virales. La enfermedad fomenta el miedo, lo que a su vez fomenta la discriminación. Cuando surgió el brote de ébola en 2014, los ciudadanos de origen africano fueron atacados. Durante la epidemia de fiebre amarilla del siglo XIX en Estados Unidos, los inmigrantes europeos a los que se consideraban más vulnerables al contagio fueron los principales objetivos de la estigmatización. Durante el brote de SARS, una vez más los asiáticos.

¿Por qué para conseguir la Justicia Social hay que luchar contra el racismo?

Cuando se habla de Justicia Social se debe hablar de antirracismo. La mayoría de las personas racializadas enfrentan desafíos enormes como resultado directo del racismo institucional: discriminación en el acceso a la vivienda, préstamos abusivos o incapacidad para acceder a ellos, barreras laborales y discriminación en los sistemas de educación y justicia. En pocas palabras: no se puede luchar eficazmente contra la pobreza sin luchar contra el racismo.

Pelo Afro que empodera

El cuidado del cabello es un rito de iniciación para las mujeres negras. Pasamos de sentarnos entre las piernas de nuestras madres mientras nos trenzan, la silla de una peluquería después de esperar horas para nuestro turno. Trenzamos nuestro amor e historia en diseños intrincados que invitan a comentarios no deseados de nuestros compañeros de trabajo y de extraños que pasean por la calle.

«Gazoline» para el racismo

Nos toca sonreír y esta vez lo hacemos con el estreno de Gazoline del dramaturgo catalán Jordi Casanovas, que se puede ver en el Conde Duque (Madrid) de la mano de La Joven Compañía, dirigida por José Luis Arellano.

¿Cuando seremos la primera opción?

Imaginad que vivimos en un país donde la primera opción para dirigir un departamento del gobierno relacionado con las personas racializadas fuera una persona negra, árabe, gitana o asiática. Imaginad que incluso se la primera opción para dirigir el Instituto de la Mujer fuera una mujer negra. Imaginad que algún día una mujer negra dirigiera el ministerio de Igualdad.

La rebelión del hombre común

VOX en España es la expresión más verídica de lo peor de nuestra naturaleza humana. El programa que votan se basa en la falta de solidaridad, las negaciones de la diversidad sexual y el acoso a los débiles. En el odio al diferente, al pobre y al extranjero. La extrema derecha tiene un programa centrado en desposeer a otros, ya sea de derechos, ayudas o libertades. No hay nada en positivo, a excepción de ese patriotismo de bandera, vacío y hueco, que se nace para oponerse al patriotismo de otros.

Tres condiciones, tres principios

Los odios que destila son los clásicos: los pobres, el colectivo LGTB y los migrantes. Tres odios que pueden diversificarse y ampliarse, porque odiar sale barato y trae muchos votos. Tiene sus ventajas ya que puedes apuntarte a odiar además a las asociaciones que apoyan a personas migrantes o trans. También puedes odiar la educación pública, allí donde no quieren llevar a sus hijos, no vaya a ser que se les pegue algo.

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