Ayer, Imane Khelif aseguró una medalla para su país tras derrotar a una representante de Hungría en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este logro llega en medio de una creciente polémica que ha rodeado a la atleta en las últimas semanas.
El camino de Imane Khelif hacia los Juegos Olímpicos de París ha sido largo y difícil. Originaria de un pueblo rural en el oeste de Argelia, la boxeadora de 25 años ha tenido que enfrentarse a lo largo de su vida a los prejuicios, el bullying y la falta de recursos.
Ahora, está en el centro de la polémica en París tras vencer en apenas 46 segundos a su contrincante, la italiana Angela Carini. El combate, que ocurrió el jueves 1 de agosto y le permitió avanzar a los cuartos de final en la categoría femenina de 66 kilos, revivió cuestionamientos respecto a su género y su derecho a participar en una competencia femenina.
La controversia viene desde el año pasado, cuando fue desclasificada de los Campeonatos del Mundo femeninos en India, después de que la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) determinara que, tras hacer pruebas, “no cumplía con los criterios de elegibilidad”. La IBA, encabezada por el ruso Umar Kremlev, no es reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI) desde 2019, argumentando problemas de gobernabilidad.
Aunque el año pasado la IBA no divulgó públicamente los resultados de aquellas pruebas, el COI dijo que se trataba de “altos niveles de testosterona”. Esta vez, tras la polémica en París, el COI ha afirmado que todos los atletas que participan en el torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos “cumplen con las normas de elegibilidad e inscripción de la competición, así como con todas las normativas médicas aplicables”. El portavoz del COI, Mark Adams, ha defendido que “no se trata de una cuestión transgénero”. “Han competido y lo siguen haciendo en la competición femenina. Han perdido y han ganado contra otras mujeres, a lo largo de los años”, remarcó Adams.
No es la primera vez que Imane Khelif compite en las Olimpiadas. También lo hizo en Tokio 2020, donde fue derrotada.
La historia de Imane Khelif es una de perseverancia y lucha. Nacida en 1999 en la provincia de Tiaret, en Argelia, destacó por sus habilidades deportivas, especialmente en fútbol, en un pueblo rural conservador donde el deporte estaba reservado para los hombres. Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), de donde es embajadora, los niños que la rodeaban “peleaban con ella” pues se sentían “amenazados”. Esta etapa de su vida fue “realmente difícil” y la llevó a practicar boxeo casi como un método de defensa.
A pesar de la oposición de su padre, quien pensaba que el boxeo no era para niñas, Khelif comenzó a entrenar a los 16 años, motivada por sus profesores de escuela. Enfrentando grandes obstáculos financieros, vendía pan, objetos recogidos en la calle y chatarra para pagar el autobús que la llevaba a entrenar en un pueblo vecino a 10 kilómetros de su casa. Su madre también vendía cuscús para ayudar a reunir el dinero necesario.
Tras largas jornadas de entrenamiento, Khelif comenzó a destacar. En 2018, logró el puesto 17 en el Campeonato Mundial de Nueva Delhi y representó a Argelia en el Campeonato Mundial de 2019 en Rusia, donde quedó en el puesto 33. En 2020, clasificó para los Juegos Olímpicos de Tokio, pero fue derrotada en los cuartos de final. En 2022, se convirtió en la primera boxeadora argelina en llegar a la final del Campeonato Mundial de Boxeo Femenino IBA, aunque no pudo vencer a la irlandesa Amy Broadhurst. Mientras fue derrotada, nunca tuvo problemas, que solo empezaron cuando se convirtió en una boxeadora de nivel.
En 2023, Khelif fue descalificada del Campeonato del Mundo en India por la IBA por no cumplir con los “criterios de elegibilidad”. Tras la decisión de la IBA, Khelif se mostró sorprendida y dijo que frecuentemente sufrió bullying por su apariencia, pero resistió y continuó a pesar de todo.
A pesar de lo ocurrido, Khelif siguió entrenando y se clasificó para los Juegos Olímpicos de 2024. “Empecé sin nada y ahora lo tengo todo”, señaló antes de llegar a París en una entrevista . Ahora cuenta con el respaldo de su padre y sus padres son sus mayores fans.
La polémica tras su debut en las Olimpiadas contra Angela Carini ha generado críticas infundadas en redes sociales, apuntando a que no es mujer de nacimiento o que cambió su identidad para competir como mujer. En Argelia, la comunidad LGBTIQ+ está ampliamente reprimida y no está permitido el cambio de identidad, además de que la homosexualidad es castigada socialmente.
A pesar de las críticas, Khelif ha recibido apoyo de figuras como la campeona mundial Amy Broadhurst, quien defendió que Khelif no ha hecho nada para engañar y que su desempeño en el ring es prueba de su talento.
Después de su combate del jueves, Khelif posteó un mensaje en Instagram: “Alabado sea Dios, primera victoria”. Con determinación, hará todo para cumplir su sueño de obtener una medalla de oro. “Mi mayor logro es haber superado los obstáculos de mi vida”, señaló la boxeadora.
Redacción Afroféminas
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