La frase no es nuestra, sino del guión del capìtulo 17 de la temporada 3 de Black-ish. Como sabéis cada capítulo de esta serie trae una reflexión antirracista con mucho sentido del humor. En esta ocasión a Bow casi la llevan presa por prender fuego a todas las muñecas blancas que habían en una tienda regentada por una mujer blanca. ¿Y qué hay detrás de esta escena extrema?
A Diane, la hija pequeña de Bow, le habían regalado una muñeca y como era una muñeca blanca, decidieron cambiarla. La sorpresa fue que cuando comenzaron a buscar las muñecas negras en la tienda, estas estaban separadas, casi escondidas y muy mal representadas. Si en la sección blanca se podía hallar belleza o empoderamiento, en la negra solo era posible ser activista o persona esclavizada y
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como siempre habrá quien diga que no hay nada de malo. Y por supuesto que lo hay. La representación tienen un componente aspiracional muy importante en la niñez. Los niños y niñas les suele gustar verse en sus juguetes y decir «yo quiero ser así». Estereotiparnos como personas enfadadas o sufridas niega toda la excelencia negra, todo lo que hemos avanzado y todos los espacios que hemos conquistado.
Hay millones de ejemplos en los que vernos y sentirnos orgullosas.
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