En la última jornada de la LEB Plata de Baloncesto en España, el CB L’Hospitalet, uno de los mejores equipos de la categoría, caía en la pista del Ávila Auténtica-Carrefour ‘El Boulevar’, (71-66). Hasta ahí todo normal, si no fuera por el incnidente racista ocurrido en el partido que lo ha traído a la actualidad.
Se produjeron gritos racistas por parte de algún aficionado del Óbila contra el jugador del equipo catalán Eric Kibi, alero congoleño nacido en Canadá y formado en Estados Unidos que llegó el pasado verano al conjunto catalán.
El equipo ha sacado un comunicado, que entre otras cosas dice:
Parte de algunos aficionados del equipo local realizaron insultos racistas contra jugadores de nuestro equipo, incluso desde la grada se profería el sonido característico de los simios.
Toda la expedición de Torrons Vicens CB L´Hospitalet desplazada a Ávila fue testigo de ese ataque en especial a uno de nuestros jugadores. Considerando el acto como lamentable y desalentador.
Nos preocupa la situación especialmente porque los jugadores de nuestro equipo solicitaban al dúo arbitral, que actuaran ante estos insultos de carácter xenófobo por parte de la afición con el objetivo de que estos finalizaran, como muestran las imágenes se solicita que se advierta al delegado de campo y aún siendo conscientes de lo que estaba ocurriendo no se realizó nada para frenar la situación.
Y nosotras queremos preguntarle a esos árbitros, tan merecedores de respeto como Eric Kibi, cual fue la razón para que no considerasen importante poner en el acta el espectáculo vergonzoso que tuvo que aguantar el jugador de L’Hospitalet.
Al contrario que a los responsables de L’Hospitalet, a nosotras no nos extraña. Somos mujeres negras y racializadas. Estamos acostumbradas a que nuestros problemas no sean considerados significativos, ni dignos de mención para gran parte de la población, los poderes públicos, los medios, y también los árbitros.
Porque los señores árbitros solo reprodujeron el comportamiento de la sociedad donde viven. Reprodujeron el «No es para tanto» o «es un caso aislado» de siempre.
Los árbitros Eduardo Escarti y Vicente Martinez pensaron que ser negro, y ser insultado y acosado durante todo el partido por ello, no es motivo de penalización, ni para los aficionados que lo hicieron, ni para el equipo que lo consintió.
Pero claro, es que ellos también lo consintieron.
Eric Kibi, descubrió ayer que es complicado ser negro en este país. No porque haya racismo, sino porque el racismo solo lo vemos quien lo padecemos. Y esto si que es una particularidad española. Hay una ceguera total con el racismo.
Afroféminas
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