fbpx
jueves, junio 27

Las niñas, en el punto de mira de la violencia sexual en el conflicto de República Democrática del Congo

La escalada del conflicto armado en la República Democrática del Congo (RDC) ha empeorado la situación humanitaria y de seguridad en el país y con ello se ha recrudecido la violencia sexual contra las mujeres y, especialmente, las niñas. Sólo en la provincia de Kivu Septentrional se informó de más de 38.000 casos de violencia sexual en el primer trimestre de 2023, cifra que representaba un aumento del 37 % con respecto al mismo periodo de 2022, según UNICEF.


AFP

Los enfrentamientos entre el Ejército congoleño, el Movimiento 23 de Marzo (M23) y otros grupos armados obligan a que cada día unas cincuenta personas tengan que cruzar la frontera con Uganda para escapar. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en ingles), cifran en más de 1,6 millones las personas que han huido del país desde el comienzo de la crisis en marzo de 2022.

Además, más de seis millones de personas han sido desplazadas dentro de RDC en las provincias de Ituri, Kivu del Norte, Kivu del Sur y Tanganyika. La del país africano es una de las diez crisis de desplazamiento forzado más desatendidas del mundo que «reciben poca o ninguna ayuda», según el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, en inglés).

«Con esta guerra, la violencia sexual ha aumentado, alcanzando un nivel muy elevado. Las niñas son las más expuestas», asegura Rachel Echoko, psicóloga especialista en violencia sexual en la RDC del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), organización aliada de la ONG Entreculturas en el país.



Aumenta un 50% la violencia sexual en conflictos

En 2023, a nivel global, se produjo un alarmante aumento del 50 % de los casos de violencia sexual en contextos de conflicto en comparación con el año anterior, de acuerdo con Naciones Unidas. En junio de 2015, la ONU proclamó el 19 de junio Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de ponerle fin, honrar a las víctimas y las supervivientes de la violencia sexual de todo el mundo.

Como en otros conflictos, la violencia sexual se utiliza como una arma de guerra en RDC, dejando secuelas físicas y psicológicas duraderas. Las niñas y mujeres desplazadas o refugiadas enfrentan múltiples formas de violencia, incluyendo violaciones, maltrato, matrimonios forzosos, explotación y abusos sexuales. Estas experiencias traumáticas pueden llevar a desarrollar secuelas físicas, problemas psicológicos o sociales, e incluso llevar al suicidio en casos extremos, según la psicóloga.

En los campamentos de desplazados, «hay violaciones y explotación sexual porque las mujeres buscan comida y a veces tienen que ofrecer su cuerpo a cambio de dinero», denuncia.

Las secuelas de la violencia sexual en las niñas

«Las secuelas físicas y psicológicas que dejan estos abusos son devastadoras y requieren de un apoyo constante y especializado para que las niñas puedan recuperarse», explica Echoko, que ofrece apoyo psicosocial integral a las niñas en situación de vulnerabilidad a través de la campaña de Masisi, Entreculturas y JRS ‘La luz de las niñas’. El programa busca promover las libertades de las niñas y mujeres en el entorno escolar y proporcionar apoyo social adecuado a las que tienen dificultades de aprendizaje.



«Nosotras las ayudamos a atravesar esos momentos difíciles, a partir de sesiones terapéuticas», añade la psicóloga.

«La inseguridad y el caos provocados por el conflicto hacen que las niñas y mujeres sean mucho más vulnerables a la violencia sexual, pero la impunidad ante este tipo de violencia es máxima. Es imperativo que la comunidad internacional tome medidas para protegerlas y proporcionarles el apoyo necesario» explica por su parte la responsable de comunicación de ‘La luz de las niñas’, Laura Lora. EFE



Descubre más desde Afroféminas

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Descubre más desde Afroféminas

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo