La risa rota: De la carcajada cómplice al silencio digno en el humor español
Hay un recuerdo que muchas compartimos, una especie de memoria colectiva grabada a fuego lento durante las noches de Fin de Año de nuestra infancia y adolescencia. Es el sonido de la televisión en el salón, con toda la familia reunida, esperando las campanadas entre sketches de humoristas que eran, en aquel entonces, auténticos ídolos nacionales. Figuras como Martes y Trece o Paco Arévalo marcaban el ritmo de la celebración, y sus chistes se repetían en patios de colegio y oficinas durante semanas. Hoy, sin embargo, ese recuerdo está teñido de una profunda incomodidad. Aquellas mismas bromas, vistas con los ojos del presente, resultan hirientes, violentas. Serían impensables en la televisión de máxima audiencia.
¿Qué ha cambiado en el humor español para que esto suceda...



