Con doce años cargaba con el peso de muchos estereotipos. ¿En tu país coméis con las manos?
Si es que con la de hermanos que sois, no me extraña que nunca traigas el material a clase.
Con quince años quería sentirme diferente y desmentir todas esas etiquetas. Pero ¿cómo iba a desmentir algo que era cierto?