Tres relatos de discriminación
Una plantación de Trinitarias decoraba el frente de la Casa de Trina María, la comarca se engalanaba con las rosa-ditas, cuidadas como las hijas primeras de Trina: Ella había heredado el gusto por cultivar y adorar las trinitarias de su padre titilan el viejo.
De baja estatura, una sonrisa que cada tanto ponía en evidencia los hermosos dientes blancos de la negra Trina María, la mayor parte de esas sonrisas las provocaban las hermosas Trinitarias.
La esquina de la casa de Trina, era referencia en kilómetros a la redonda y a la cuadrada también, por la hermosa vista; referencia para caminantes perdidos, punto de encuentro.
Una mañana como de costumbre, Trina María salió al patio a regar sus Trini como les decía; conversaba con ellas, sabía si estaban triste, felices, falto de cariño o ca...