En la educación no todo vale
¿Cuántos educadores afrodescendientes en el ámbito español conocéis? Prácticamente ninguno. Por eso sentí tanta emoción mi primer día en un centro escolar, cuando aún estaba realizando las prácticas de la universidad. Me llevaron a lo que se llama en Cataluña “Aula d’acollida”, donde los alumnos recién llegados de otros países pasan algunas horas al día para aprender el idioma y tener una atención más individualizada. ¿Os podéis imaginar cómo les brillaron los ojitos al verme entrar y saber que era su profesora? Pues les brillaron igual que a mí.
Hace sólo seis años de eso, desde entonces no he dejado de trabajar en la educación y me apasiona. Tengo muy claro que soy un ejemplo y que cualquier cosa que me vean hacer o decir la van a tener en cuenta. Estoy muy satisfecha de ver como la visi...