La paradoja del Afro
Viendo un día una de mis series en el ordenador mientras devoraba una bolsa de patatas fritas se me pasó por la cabeza “La paradoja de Teseo”. Me centré entonces en el coche que estaban reparando el taller en la serie (¡qué casualidad!) y me pregunté que si el coche que están reparando al cambiar las piezas sigue siendo el mismo coche. Puse en pausa la serie y como siempre que se me pasa algo por la cabeza voy a a la habitación de mi hermana y le preguntó: “Si llevase ahora el coche de papá al taller y lo reparan y cambian la pintura del coche, ¿sigue siendo el coche de papá?” Como siempre, mi hermana me miró con cara de: “cada vez se te va más la cabeza” y preguntándose por qué le pregunto esta tontería me contesta: “Claro, por mucho que cambien el coche el coche seguirá...