Clásicos Racistas en la escuela. Testimonio
Recorrer de nuevo esos pasillos significaba regresar al pasado. Volver a varios recuerdos felices, aunque la mayoría de ellos sabían a amargura y acidez, al alcohol
que escuece en las heridas.
Durante mi estancia en el instituto, tuve que lidiar con comentarios y actitudes muy
discriminatorias hacia mi persona. Incluso pensé que la discriminación adoptaba a
veces forma humana y me hablaba. Directa y sin pelos en la lengua. Soberbia y altiva,
como ella es. Sin embargo, cada vez que intenté quejarme de su presencia, o hacer
entender a un adulto o docente mi situación, siempre terminaba escuchando las
mismas frases:
“Ves cosas donde no las hay, el racismo no existe. Estás exagerando”.
Así que iba lidiando y cargando con el peso a diario. Aprendiendo a callar por miedo a que mis notas pudie...