¿Acaso no soy yo una víctima?
Escribo este artículo un dieciséis de noviembre de dos mil veinticuatro, la última vez que lo hice eran estas mismas fechas del año dos mil veinte. Los dos últimos artículos que escribí planteaban dos preguntas “¿Ha sido todo escuchado?” y “¿Dónde termina mi raza y dónde empiezo yo?” en este punto cuatro años después son preguntas que me siguen bombardeando la consciencia, se me siguen antojando cuestiones actuales a pesar de haber pasado cuatro años, y lo que es peor, saber que es un sentimiento generalizado con las luchas sociales: cuando las injusticias no remiten es imposible dejar de sentir presentes cuestiones anteriores.
En noviembre de dos mil veinte nos encontrábamos en una situación similar: acabábamos de vivir una pandemia q...