sábado, octubre 12

Sobre la raza, la guerra y el conflicto entre el Occidente y el Oriente en Ucrania (I Parte)

Si has estado vivo durante estas últimas semanas, sabes que se desató una guerra entre la Federación de Rusia y la República de Ucrania. No veo razón para invertir párrafos en recordarles lo que ya sabemos: la situación está crítica. Considerando el enfoque que se le ha dado al tema en todos los ciclos noticieros del mundo, entiendo perfectamente a quienes piensan que esto desembocará en la Tercera Guerra Mundial. Dudo que llegue a ese extremo por muchas razones, pero eso no quita que ya es un conflicto de impacto global.

Con eso fuera del camino, vayamos al meollo de lo que quiero discutir hoy. Entre cientos de titulares sobre el conflicto que se publican día a día, ha surgido un tema de relevancia particular a nuestra misión en Afroféminas: reportajes de que ha habido discrimen etnoracial en las fronteras de Ucrania y que entre las víctimas hay varias de personas de origen africano.

La colectiva, por supuesto, unánimemente condena estos hechos. Mi artículo no es el primero en afirmar esto, ni será el último. Numerosas organizaciones como la nuestra han publicado sus propias declaraciones y el problema también ha sido mencionado por corporaciones mediáticas tan poderosas como CNN y BBC. Pero si has estado siguiendo el tema tan de cerca como yo, lo más probable es que ya te hayas topado con un contradiscurso al respecto muy inquietante: alegaciones de que estos hechos están siendo exagerados por el Estado ruso. Cabe destacar que este contradiscurso ya es en sí mismo una evolución del original: el de decir que no existe tal discriminación racial en Ucrania y que Rusia la fabricó por completo.

Twitter ha sido el escenario principal de esta polémica, del mismo modo que fue la primera red social en la que los refugiados afectados comenzaron a publicar y subir evidencias de lo que estaban viviendo. Casi tan pronto como comenzaron los bombardeos y la gente comenzó a huir hacia el oeste hacia Polonia, Hungría y Eslovaquia y hacia el sur hacia Rumania y Moldavia, comenzaron las denuncias de discriminación racial en las fronteras. No pasó mucho tiempo desde que estos primeros hilos, videos y sumarios de fotografías comenzaron a viralizarse antes de que surgiera entonces un sector de todólogos autoproclamados que intentaron “desmentirlos.”

El ejemplo más extendido de esto fue un hilo ahora eliminado del usuario de Twitter @freeyourmindkid que se publicó el 26 de febrero y alegaba que algunos de los videos estaban «descontextualizados», afirmando entonces que todos los reclamos de tal violencia fueron plantados por los rusos para instigar controversias etnoraciales y desprestigiar a la República de Ucrania. La última vez que lo vi antes de que lo borrara, tenía cientos de miles de likes y retweets. Como pueden adivinar, la razón por la que lo eliminó es porque muy rápidamente se demostró que estaba equivocado. Lo que en un principio fue un goteo de anécdotas no verificadas pronto se convirtió en un maremoto de todas las formas posibles de evidencia que demostraban que no tan solamente se discriminaban a los refugiados afrodescendientes, sino que también a las personas que vivían en Ucrania y eran de ascendencia asiática y/o árabe. 

Una por una, diferentes embajadas comenzaron a confirmar aún más la existencia de este problema al informar la cantidad de sus ciudadanos diaspóricos que todavía no habían logrado salir de Ucrania. Una vez que las Naciones Unidas finalmente emitieron una declaración al respecto, todas esas cuentas y periodistas que apenas unos días antes habían dicho que los informes de racismo eran falsos se vieron obligados a admitir que sí… Algo realmente estaba sucediendo con los migrantes racializados que intentaban escapar de Ucrania. Con efecto inmediato, cambiaron la narrativa a la que estamos escuchando hoy: «¡No se trata de su raza! Eso es una perspectiva estadounidense», recuerdo que decían muchos. «Los países europeos están dando la bienvenida a todos los refugiados y cualquier problema que enfrenten los de fuera de Europa debe ser burocrático. Rusia está manipulando el tema para que pienses lo opuesto.”

Podría decir un millón de cosas para desmentir esto. Pero…

CONTINUARÁ…


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Un texto de María Libertad

FUENTES:

Engenius, Gabriella, et. al. Gate-keeping the nation: discursive claims, counter-claims and racialized logics of whiteness, Ethnic and Racial Studies, 44:16, 215-235, DOI: 10.1080/01419870.2021.1943483, 2021

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Hall, Stuart, et al. Stuart Hall: Selected Political Writings. Lawrence & Wishart, 2016. Project MUSE muse.jhu.edu/book/48883.

Haney-López, Ian, White by Law:  The Legal Construction of Race (New  York:  New  York University Press, 1996).

Gilmore, Ruth Wilson, et al. Selected Writings on Race and Difference. Duke University Press, 2021. Project MUSE muse.jhu.edu/book/82348.

Martikainen, Jari, et al. Visual (de)humanization: construction of Otherness in newspaper photographs of the refugee crisis, Ethnic and Racial Studies, 44:16, 236-266, DOI: 10.1080/01419870.2021.1965178, 2021

Robinson, Cedric, Black Marxism: The Making of the Black Radical Tradition, 2 edition (Chapel

Hill, N.C: University North Carolina Pr, 2000), 317–8.

Said, Edward. 1979. Orientalism. New York: Vintage Books, A Division of Random House.


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