Recuérdame de dónde vengo…Elizabeth Acevedo

Hace un año a atrás, mientras disfrutaba de un momento ocioso y pasaba la noche viendo vídeos en youtube, me encontré con un poema llamado «Afro-Latina». Debo admitir que con solo ver el titulo no dudé por un instante en darle clic. Mientras escucha cada verso lleno de reconocimiento cultural, angustia, represión y orgullo étnico, me sentí anonadada de cómo la historia del afrodescendiente en los pueblos de América Latina sigue siendo aislada y poco hablada en la historial sociocultural de varias naciones. Dicha noche escuché las palabras de Elizabeth Acevedo una y otra vez, una y otra vez mientras sentía la desolación y dolor de mis ancestros que lucharon por un entorno de equidad.

Más allá de mi experiencia religiosa con el poema, debo decir que me ayudó a tener presente que la identidad de una mujer afrodescendiente-latina actualmente se está viendo opacada por la representación icónica errada que los medios de comunicación han proyectado a través de los años; todo esto influenciado por modelos eurocéntricos-anticulturales llegados durante la época de colonización.

Es imperativo tener presente que inconscientemente, también estamos sufriendo una pérdida de nuestra identidad cultural, lo cual ha causado un desarraigo de nuestras raíces africanas. Con todo esto, Elizabeth me hizo meditar y recordar que como mujeres negras y latinas somos producto del dolor y sufrimiento  de millones  de mujeres y hombres africanos que fueron usurpados de su tierra con fines avaros e inhumanos; somos resultado de las relaciones extramaritales forzadas  e impuestas por el hombre europeo esclavista hacia las negras esclavas. Somos una mezcla de lucha, pasión y superación de las miles de personas que lucharon y luchan por una sociedad igualitaria basada en la aceptación de nuestro color de piel y respeto de nuestra historia. Pero más que todo eso… Acevedo me enseñó que somos mujeres, somos humanos

Autora: Ayshell H. Grant

Más textos de Ayshell