“Lo que he aprendido en este tiempo es que en el tema de la salud mental, o tienes dinero o te mueres.”
Adrián parecía feliz, trabajaba como programador informático, acababa de comprarse un coche y había conocido a un chico que le gustaba. Este mes de mayo habría cumplido 25 años, pero se quitó la vida a finales de agosto de 2020. Escribió una nota de despedida en la que decía que nadie le iba a querer por ser negro y que no podía soportar ser negro en un mundo de blancos.
Su familia reconoce que cualquier suicidio tiene causas multifactoriales pero también afirma que el racismo tuvo mucho peso a lo largo de su existencia. Cuentan que, desde pequeño, fue extranjerizado y que, como a tantos niños no blancos nacidos en España, le preguntaban constantemente de dónde era o le mandaban a su país, aun siendo del madrileño barrio de Carabanchel, y que eso condicionó su manera de rela...