Permítanme que me sorprenda
El otro día vi este texto retwitteado por algunas de las personas a las que sigo en Twitter. Muchxs añadían que les parecía algo hermoso, que eso demostraba la grandeza de algunos seres humanos y demás.
Pues bien, pese a que no considero que sea algo malintencionado, sino todo lo contrario, opino que tanta admiración por un gesto como ese resulta, cuanto menos, excesiva y que, incluso podría estar teñida, aunque sin quererlo, de los mismos supuestos paternalistas y basados en estereotipos que el propio texto (comparable por otro lado, a frases del tipo "siempre sonríen/son felices, aunque no tengan nada" o a la figura -venga, aquí quizá me esté pasando- del buen salvaje de Rousseau).
Antes de pasar a desarrollar lo anterior quería dejar claro que, con mis aseveraciones estoy poni...