No, no soy una negra resentida
Hace poco mientras discutía con mis hermanas sobre la importancia de conversar sobre lo que significa ser negro en la actualidad, mi mamá confesó estar cansada de ese tema, argumentando que enojadas con la vida por ser negras. Si bien le expliqué que lo hacíamos porque considerábamos nuestro hogar un lugar seguro que nos permitía compartir nuestras vivencias como mujeres negras, fue en vano. Mi mamá seguía argumentando que sonábamos como “esos” negros que culpaban a los “otros” (blancos) de sus desgracias. De repente me invadieron las ganas de llorar, gritar y salir corriendo, su comentario me hizo verme fuera, en la calle, rodeada por blancos y blanco-mestizos dispuestos a invalidar mis sentimientos, mis opiniones y mi discurso, reduciendolos a las quejas de una resentida. Cuando me...