jueves, noviembre 7

Etiqueta: relatos

El Cabello
Denuncia, Testimonio

El Cabello

Alexas_Fotos C.C Pixabay Mujer afro, de 42 años de edad. Piel negra ébano, delgada, con cabello corto en los hombros. Recogido con un turbante que permite ver su cuello largo y los huesos en donde inicia el tórax (a mi modo de ver, cuando más pronunciados son, más lindo se ve el cuello de la mujer). Me pide que si se puede sentar un momento, pues está cansada, ya que le toco hacer muchas diligencias personales, entre esas, solicitar la resolución de no inclusión por el hecho de amenaza. Le pregunto que por cuales hechos se encuentra incluida, me indica que por desplazamiento forzado, ya que ella es una de las sobrevivientes de la masacre de “El Salado”, Departamento de Bolívar. Dejó de escribir, puesto que ella pregunta que si conozco esa historia, a lo cual le respondo que sí, debid...
Kiki y Guendolin: «un relato de diferencia»
Voces Afroféminas

Kiki y Guendolin: «un relato de diferencia»

A la media noche de un día cualquiera, cuando todo es fiesta, por las estrechas calles camina kiki. Triste, Estridente, Diferente y  Estrujado.  “Hay manita toy harrrta, harta Guendolin, yo no quiero ser peluquera amiga, pero es lo único que puedo hacer, es como si no hubiera más nada para mi, Guendolin estoy siendo minimizada, estoy hartaaa amiga”. Con una cerveza en la mano, su cuerpo flaco y un bulto de lado, que, en su interior guarda los recuerdos, las caras y palabras de quienes hace mucho se fueron. Kiki  llora ! Hay lágrimas que liberan! Risas que marcan,  Y dedos que señalan direcciones equivocadas. Es la media noche de un día cualquiera, cuando todo es fiesta: kiki   llora  esas verdades atragant...
Tres relatos de discriminación
Voces Afroféminas

Tres relatos de discriminación

Una plantación de Trinitarias decoraba el frente de la Casa de Trina María, la comarca se engalanaba con las rosa-ditas, cuidadas como las hijas primeras de Trina: Ella había heredado el gusto por cultivar y adorar las trinitarias de su padre titilan el viejo. De baja estatura, una sonrisa que cada tanto ponía en evidencia los hermosos dientes blancos de la negra Trina María, la mayor parte de esas sonrisas las provocaban las hermosas Trinitarias. La esquina de la casa de Trina, era referencia en kilómetros a la redonda y a la cuadrada también, por la hermosa vista; referencia para caminantes perdidos, punto de encuentro. Una mañana como de costumbre, Trina María salió al patio a regar sus Trini como les decía; conversaba con ellas, sabía si estaban triste, felices, falto de cariño o ca...
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