Mi pelo malo. Testimonio de una joven de 18 años
Dieciocho años. Chica. Negra. Española. Todas las papeletas para ser la típica niña insegura que se alisó el pelo cuando fue lo suficientemente “mayor”(es casi un ritual que esperas desde chiquitina) para que nadie más se metiera con ella.
-¡Por fín seré guapa, mamá! Ahora tendré un pelo bonito.
La primera vez que fui con mi pelo natural al colegio, mi pelo que parece un planeta entero, que representa un continente; mi pelo, que tiene tanta historia detrás, infinidad de trabajo previo antes de salir de casa (antes se rompe el peine que estos rizos) me señalaron, se rieron, y no se quisieron acercar a mi lado.
-Qué tengo, mamá. Quiero ser blanca, mamá.
La primera vez que llevé dos coletas maravillosas, entré en el comedor y ocurrió lo mismo: diferente escenario, misma sensación de mierd...