Cuento de la Negrita y su maletita
Había una niña negrita de esas que una vez que la conoces, es difícil que la puedas olvidar. Ella tenía unos rizos gruesos y tan negros como el azabache mismo. Ellos eran el recuerdo y el testimonio vivo de su historia y orígenes afro. Sus ojos morenos expresaban tal delicadeza y alegría que podía contagiarla a quien la rodeaba.
Todos los días tanto sus padres como ella misma recibían elogios sobre lo hermosa que era, lo linda que lucía con sus rizos alborotados y sobre lo expresivos que sus ojos eran.
Todo parecía perfecto, pero los años siguieron sumando en el calendario y Negrita, así como la llamaron, comenzó a crecer, sus curvas se redondearon así como la grandeza de sus ojos cuando tenía cuatro años de edad. Sus rizos se volvieron más desordenados que en otrora tiempo y con el...