El antirracismo que nos borra
Vivimos en un momento en el que, al menos de palabra, el antirracismo ha calado y en una parte de la sociedad, es aceptado o tolerado. Muchas personas blancas, sobre todo entre la gente con ideas progresistas, dicen ser aliadas en la pelea contra el racismo. Pero esta alianza, en lugar de ser siempre una ayuda real, muchas veces acaba siendo una nueva forma de poner a la blanquitud en el centro. La persona blanca que se ve como aliada se convierte así en la estrella de un cuento donde quienes sufren la opresión —las personas negras y racializadas— quedan en un segundo plano o solo como un símbolo.
Esto no es nuevo. En la historia del activismo antirracista, sobre todo en lugares como Estados Unidos, ya se advertía que las personas blancas con buenas intenciones podían acabar adueñándos...






