La norma: la raza se colaba entre mis cabellos procesados
Desde que tengo uso de razón recuerdo haber visto fotos de cuando era pequeña con el cabello alisado. Recuerdo mirar esas fotos y pensar que el cabello se veía un poco raro, como si no fuera parte de mí.
El pasado:
Soy de esas chicas que desde muy temprana edad les alisaban el cabello porque el que llevaba naturalmente era difícil de manejar. Crecí creyendo que cada tres meses debía ir al salón de belleza a bajar mis pajoncitos para que el cabello se viera saludable.
Para mí era una tortura aguantar todas aquellas horas en la silla del salón. Era un castigo aguantar el calor de la secadora, el ardor de la crema sobre mi cráneo, pero lo toleraba porque era lo que me haría ver bella y presentable.
El ir alisarme el cabello era como una relación de amor y odio para mí y a pesar d...