Beyoncé, que enseña su feminismo desde el Destiny’s Child, lanzó en 2008 la canción “Single Ladies ”, donde afirma « si te gustaba debiste poner un anillo aquí”
Este tema musical habla de uno de los síntomas de lo que llamaron “solitud de la mujer negra” que está bajo el paraguas del feminismo negro. La solitud de la mujer negra no se limita sólo al hecho de las dificultades que algunas de ellas tienen para encontrar una relación seria, esta solitud se refleja en varias esferas de la vida y está provocada por el prejuicio y por la creación de los estereotipos.
Este asunto se volvió polémico en Brasil con la divulgación de la tesis de la maestra Claudete Alves de 2008, cuya análisis enseña una desventaja de la mujer negra en comparación con la mujer blanca respecto a las preferencias del hombre negro a la hora de elegir su pareja afectiva. La situación repercute con más intensidad en las jóvenes negras, independientemente de la clase social.
¿La mujer negra se siente más sola?
Se sugiere las siguientes cuestiones para reflexión, compara la cantidad de mujeres negras y blancas que conoces en cada situación:
- ¿Cuantas chicas negras conoces que fueran abandonadas por sus padres, cuyos padres murieron o que vienen de familias desestructuradas?
- ¿Cuántas mujeres negras ves en la tele en posición privilegiada (reporteras, presentadoras, actrices, etc.)?
- ¿Cuántas mujeres negras conoces que son madres solteras y que no poseen apoyo de una pareja para la creación de su hijo?
- En tus círculos sociales, ¿cuántas mujeres negras y solteras conoces?
- ¿Cuantas veces viste mujeres negras en la moda o representando estándares de belleza?
Las respuestas que habrás obtenido de tu propia observación probablemente enseñan que la solitud de la mujer negra podría ser observada desde la infancia e ir acumulándose por situaciones de exclusión e invisibilidad durante toda la vida.
Otro punto relevante sería la cosificación sexual de la mujer negra, el estereotipo de mujer “animalesca”, caliente y exótica, encajándola perfectamente en el rol de amante o aventura, pero alejándola del puesto de futura esposa.
El mito de que la mujer negra es más fuerte (y por eso no necesita del mismo cuidado y atención que necesitan las mujeres blancas) también contribuye, por ejemplo, al trato distinto entre trabajadoras negras y blancas. La herencia esclavista nos dejó estigmas intensos que aún deben ser deconstruidos.
La conciencia del tema dentro del feminismo negro profundiza la discusión, ya que la solitud de la mujer negra no puede ser resumida por falta de autoestima (o cuestiones de carácter personal). Existen datos que respaldan su existencia como fenómeno social.
Las participantes del estudio de Claudete, mencionado al principio, concluyeron que la educación formal es un factor importante de rescate de los valores étnicos de la raza negra, posibilitando la identificación de mayor número de personas con estos valores. La visibilidad de estas cuestiones es necesaria para la ruptura de los estereotipos que estigmatizan a los afrodescendientes. El objetivo es concreto: la reconquista de la mujer negra de su valor como persona portadora de dignidad y derecho de ser ella misma, con sus innúmeras virtudes y fragilidades.
La reconquista de la mujer negra al título de mujer. A ser apenas una más, sin que los estigmas existentes la etiqueten como una cosa u otra: apenas una mujer.
Autora: Mariana Olisa
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En mi opinión, habría que diferenciar entre la mujer negra que esté sola (esto es objetivo) y la que se siente sola (lo cual es subjetivo). Al margen de esa diferenciación, creo que el principal problema de la mirada ajena sobre la mujer negra es la polarización: o bien es un ser vulnerable, susceptible de diferentes abusos, o bien es una empoderada, que arrasa por donde va con una potente y dominante personalidad. Y esta mirada ajena no es exclusiva del blanc@, sino de todo individuo de otra raza, independientemente del sexo. Creo que esto, o más bien las expectativas que derivan de ello, acaba por alienar en cierto modo a la mayoría de mujeres negras, por lo limítrofe de estos dos roles. El rol de ser vulnerable y pasivo facilita conductas paternalistas al infantilizar a la mujer adulta, el de empoderada,y activo facilita las relaciones basadas en patrones de tiranía y sumisión. En ambos casos, se establece implícitamente una jerarquía por la cual es colocada en una posición subordinada o inferior, o bien, en una posición de superioridad, ambas construidas desde falsas asunciones. El concepto de igualdad en cualquiera de los dos casos brilla por su ausencia, se presume y en la práctica no se cumple. Si no encajas en ninguno de estos dos polos estereotipados, tu identidad puede que resulte bastante desconcertante.
Luego está el tema de la visibilización en espacios públicos en un escenario caracterizado por la competitividad entre todo lo que no sea hombre caucásico. Qué herramientas y mecanismos usa o cuáles están al servicio de la mujer negra para deconstruir estos dos estereotipos incrustados en el imaginario colectivo y de ese modo expresar libremente y sin constricciones sociales cualesquiera atributos que definan y formen parte de su identidad? Qué estrategias emplea la sociedad para invisibilizar, oprimir y así negar su existencia? Cómo la mujer negra trata de compensar la falta de poder en espacios públicos ejerciéndolo en otros espacios, no necesariamente en la esfera privada?
Son muchas y muy complejas cuestiones que dan para una tesis doctoral!
Me ha encantado tu reflexion Mónica Nfongo, porque profundiza mucho más, esta observacion a pprimera vista de por qué tanta mujer negra sola y /o vulnerable.Yo abogo por lo que tu propones.Luchar desde varios frentes..Empoderamiento personal,visibilidad publica…
Gracias, AfriNdong Ovono. Si cada mujer negra fuera mínimamente consciente de estos hechos o factores sería un buen comienzo, no crees? No tenemos que convertirnos todas en Chimamandas pero sí podríamos hacer una reflexión y actuar en consecuencia.
Interesante reflexión Mónica. Me agrada leer lo primero que apuntas porque en lo personal la soledad de la que habla el texto yo nunca la he sentido, pero viendo la respuesta que ha tenido este texto y sobre todo las personas que han empatizado, está claro que el problema es real.
En cuanto a visibilización, desde mi punto de vista una de las herramientas que valdrían para deconstruir es participar en los espacios no endogámicos. En reiteradas ocasiones veo que esta actitud se critica porque la participación o creación de mecanismos para que esto que apuntas sea posible, se entiende como que estás pidiendo permiso o rogando que te acepten. Y no es así. He llegado a pensar que quien dice estas cosas es quien realmente tiene miedo. Decir todas nuestras reivindicaciones en espacios cerrados no tiene mérito ninguno, lo duro es enfrentarte en un taller, que además la gente paga y decirle las cosas tal cual las piensas y tal cual están escritas y registradas en la historia, notar que algunos lo personalizan, pero igual sigues y continúas hablando. El debate directo es difícil pero imprescindible.
Espero sacar mi libro a finales de este año o ppios del 2017, hablo fundamentalmente de la mujer negra en España e intento explicar cosas como la que apuntas aquí. Un abrazo y gracias por posibilitar un debate inteligente. Antoinette
Muchas gracias a ti por la revista, que alienta el debate entre tod@s. Estoy deseando leer tu libro, que seguro será una gran revelación. Y si hay una presentación oficial me encantaría acudir y conocerte en persona.
Un saludo.
Hola Antoinette, has sacado tu libro ya? Me gustaria leer mas sobre el tema. He encontrado un mogollon de informacon de mujeres negras estadounidenses hablando de este problema, pero no he encontrado nada de afrodescendientes fuera de los EEUU hablando de esto.