Un beso no consentido es una «agresión sexual»
El Tribunal Supremo establece en una sentencia que un beso sin el consentimiento expreso o tácito constituye un delito de agresión sexual, al ser una "intromisión en la libertad sexual" de la víctima con el propósito de "obtener una satisfacción sexual a costa de otro".
Un mural que muestra al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, besando a la centrocampista española Jenni Hermoso, en Barcelona, el 1 de septiembre de 2023. (Foto de Pau BARRENA / AFP)
Con esta sentencia, conocida este martes, el Supremo confirma la condena de un año y nueve meses de cárcel impuesta a un agente policial que dio un beso en la mejilla e intentó después darlo en los labios a una detenida sin su consentimiento, en la zona de los calabozos.
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