Blackface y otras vergüenzas
Foto Heidi Ramirez
La entrada al teatro estaba abarrotada. El cálido revuelo en el pasillo junto al Bar, era la antesala inspiracional de lo que supondría la obra que allí, ese día 8 de enero de los años veinte del siglo 21, se hacía palpable a través de un recorrido por la historia, pero no una historia cualquiera, una historia que se pretendía archivada. Y que bajo tal categoría, hasta ese instante se había ido dejando.
Saludé a varias personas hermanas en el activismo, y tras dar una vuelta por el espacio, me acerqué a la persona que daba las entradas. Me dijo donde se localizaba la mía, y para mi asombro, estaba en primera fila. Reconozco que… Me hizo mucha ilusión. Respiré hondo antes de sentarme aún incrédula, mientras miré a mi alrededor. Estaba todo lleno como ya ponía en pre...