El hijo de María Ilua
La casa estaba hecha de cartones, maderas viejas y cobijada con zinc encontrados por allá y acullá, la puerta armada con los restos de tanque viejos y latas de salsa de tomate.
Cada cierto tiempo se escuchaban los gritos del casero:
"Mi cualto coño: Cuando no la hacen a la entrada, la hacen a la salida"
"Mi cualto coño o llamo la camiona".
De baja estatura, la barriga enorme y el malhumor de aquellos, que se llenan los bolsillos rentando cuartuchos a empobrecidos transeúntes, muy de turno, transnacionales; habitantes del deseo de vida.
Trashumantes....
La casa tenia forma alargada, por dentro dividida con cortinas de muchos colores, enseres colgados y trapos sobre la cama, en una esquina un pequeño altar con velones.
Un gran promontorio parecía la habitación maltrecha y llena de trapos. Ma...