Botica
Hablar con la ingeniera Cecilia Ruano, no es lo mismo que hablar con Ceci. La bibliotecaria veinteañera que, en estado de gestación pasaba las horas en la Biblioteca del maestro, cerca del parque infantil en pleno centro de Esmeraldas, devorando libros en completa soledad. El polvo y la madera bostezaban desde las 8 am a las 5 pm. Mi madre, para no bostezar con ellos y disminuir los sofocos propios de su estado, ordenaba y reordenaba las estanterías. Finalmente, vencida de esperar que alguien atraviese el umbral del establecimiento, se sentaba a disfrutar de los libros hasta marcharse.
Desde
hace nueve años que nuestra comunicación se ha limitado a conversaciones largas
a través del móvil; redes sociales y audios de whatsapp, en donde
Cecilia, habla de los cambios climáticos abrupt...