No odiamos a los privilegiados. Lo que detestamos es el privilegio
Jamás los grupos que ostentan un privilegio lo reconocen. Es más, en muchas ocasiones ni siquiera son conscientes de que lo tienen. Cuando se les muestra esta realidad es normal que se ofendan, ya que no conocen con exactitud de lo que se está hablando y el concepto de privilegio suele ser fuente de numerosos equívocos y malentendidos.
Cuando tratamos el tema de la supremacía blanca, muchas personas no llevan bien cuando se habla de sus privilegios. Es habitual que la discusión acabe con la frase de "eso es racismo al revés". Hay demasiada desinformación.
Hay que tener muy claro que cuando se habla de privilegio no se está acusando a nadie de nada, ni se está valorando su calidad moral, ni su capacidad, ni sus méritos, ni siquiera la cantidad de sufrimiento que ha tenido e...