Kiki y Guendolin: «un relato de diferencia»
A la media noche de un día cualquiera, cuando todo es fiesta, por las estrechas calles camina kiki.
Triste,
Estridente,
Diferente y Estrujado.
“Hay manita toy harrrta, harta Guendolin, yo no quiero ser peluquera amiga, pero es lo único que puedo hacer, es como si no hubiera más nada para mi, Guendolin estoy siendo minimizada, estoy hartaaa amiga”.
Con una cerveza en la mano, su cuerpo flaco y un bulto de lado, que, en su interior guarda los recuerdos, las caras y palabras de quienes hace mucho se fueron.
Kiki llora
! Hay lágrimas que liberan!
Risas que marcan,
Y dedos que señalan direcciones equivocadas.
Es la media noche de un día cualquiera, cuando todo es fiesta: kiki llora esas verdades atragant...