Vecinas, amigas, hermanas, madres, generaciones de piel agrietadas
a nosotras nos empodera el ser comunidad, colectivo, unidad allá donde la diáspora vuele es fuerte; te propongo que empieces por tener otras bases que no falten al respeto a sus gentes. Porque si vas a hablar de educación, o si se te va a llenar la boca con el tema de ablación, o de salud sexual, o de racismos desde tu medio de comunicación y tu privilegio niquiscocio, permíteme preguntarte ¿Cómo hablas de algo que no sabes ni cómo respetar?