Hace unos meses una de nuestras lectoras, nos envió un link. El post estaba basado en un artículo que publicó el diario El País y que hablaba de las escandalosas declaraciones de la modelo keniata Vera Sidika en la televisión pública del país. La hasta ese momento referente de belleza afro, confesó que había viajado a Londres a quitarse nada menos que tres tonos de color de piel. Es decir se sometió a un tratamiento para aclarar su piel y por tanto ser menos negra.
Lo preocupante es que su caso no es aislado. Según El País, es una técnica casi generalizada en EEUU, Japón, China y África. Artistas como Rihanna se han blanqueado la piel. En Kenia, como en algunos países de África es un tema tabú, y por eso suele hacerse de manera clandestina, en la trastienda de los centros de belleza. Aún así, las cifras de mujeres que ejercen esta práctica no paran de crecer.
Para muchas mujeres ser negra oscura no es verse bien
Vera Sidika alega (y cito textualmente) “mi negocio es verme bien”. Una frase tan corta, aparentemente pueril pero de profundo calado. Aquí radica el problema. Para muchas mujeres ser negra oscura no es verse bien.
Por otra parte he leído dentro del propio artículo opiniones de todos tipos. Como que las mujeres blancas occidentales son hipócritas porque muchas de ellas buscan broncearse la piel; que los hombres prefieren las mujeres blancas o que la publicidad promueve la belleza afro blanqueada. Vamos, que suelen salir mujeres muy claras, pero nunca una mujer negra en su totalidad. Y en esto último, desde mi punto de vista, no les falta razón.
Pero empecemos desde el principio. La primera justificación, por llamarla de alguna manera, tiene mucha miga. Occidente suele ponerse de ejemplo para todo y eso es verdad. Aquí nos pasamos la vida jactándonos de que somos libres, y eso vale para la mujer común, no para la mediática que debe ser hiperdelgada, con pechos enormes y con una serie de exigencias estéticas que ponen en cuestión su libertad de ser. No obstante, si es que es cierto que las mujeres blancas cambian constantemente y nadie les cuestiona por qué esta vez quiere ser rubia o cortarse el pelo o ponerse más morena. Sin embargo eso es otro tema. Aquí de lo que se está hablando claramente es que tanto esta chica como un porcentaje elevadísimo de mujeres negras han decidido asumir que la belleza afro no es posible y el camino ha sido huir de ella, negarla como si fuese un lastre. Las connotaciones de este hecho son de mayor profundidad. En este caso no se trata de ser hoy rubias o morena por cambiar el look, sino que se ven mal siendo negras, siendo lo que son y de ahí la polémica.
Precisamente en Afroféminas el problema de la belleza afro la hemos considerado siempre un asunto de primer orden por las consecuencias que tiene la negación social y mediática a la que se ha visto sometida durante años. Negra, guapa, inteligente y feliz son términos compatibles a pesar de que estas mujeres aún no se han enterado.
La certeza de ser bella, de estar a gusto, es un proceso que depende básicamente de nuestro sistema de valores. Ya no solo éticos, que en mi opinión, los de estas chicas, están en crisis, sino también valores estéticos. Si mi referente estético es una mujer blanca, es imposible que alguna vez yo me pueda sentir a gusto conmigo misma. Y si encima tengo por convencimiento que el referente blanco es “el referente” pues entonces poco se podrá hacer.
Es triste que te veas como un defecto que hay que corregir. ¡Es solo una mujer negra, nada más!
Algunos dicen que si esta modelo se siente a gusto, ¿por qué cuestionarlo?. Y yo diría: sí, es cierto, pero es muy triste. Es triste que te veas como un defecto que hay que corregir. ¡Es solo una mujer negra, nada más!
Si una vez un cura guineano me dijo totalmente convencido que una parte de la culpa del problema de los africanos la tienen los propios africanos, pues en este caso, tiene toda la razón. Los hombres y mujeres negras ya no solo en África sino en todo el mundo no serán capaces de vencer el dilema de la autopercepción si no nos detenemos seriamente en ello.
Luego encuentras comentarios que para colmo vienen de mujeres negras dónde expresan su preocupación en cuanto a que los hombres prefieren a las mujeres blancas. Esto es completamente falso. No creo que todos los hombres sean tan simples como para basar sus valoraciones sólo en el color de la piel. Y cuando así sea, obviamente, no se está ante la mejor persona. Sería el colmo que se tenga que cambiar el aspecto físico para obtener la aceptación de alguien.
Y en cuanto al tratamiento mediático que se nos da, pues como dije anteriormente, tienen toda la razón, pero más de lo mismo: esto no es motivo para negarnos y dejar de gustarnos tal cual.
Vengo de la Filosofía y específicamente de la Estética. Hasta ahora he disfrutado de sus debates en torno al arte. Sin embargo me estoy pensando seriamente pasar de la contemplación a dar mis humildes aportes para una “Filosofía de la Belleza Afro”. Hechos como los que se critican aquí la hacen cada día más necesaria.
A propósito, esta idea de belleza que tantos dolores de cabeza nos está dando, está plasmada y debatida desde hace siglos por los filósofos occidentales. Por eso no aparecemos en ella…
Antoinette T. Soler
Directora y creadora de Afroféminas
Y quien os responde en forma de «periódico» en el IG cuando el debate se pone bueno 😅
Licenciada en Filosofía por la Universidad de La Habana. Consultora especializada en género y raza. Máster en comunicación de empresas por la Universidad de Zaragoza.