La autora, poeta, bailarina, actriz y cantante Maya Angelou una vez dijo “Escribí 11 libros, pero a cada uno yo pensaba, ‘¡Oh! Ellos me van a descubrir ahora’.”
Cuando se vive en una sociedad donde no nos vemos reflejadas en modelos de calidad, donde las personas exitosas son hombres blancos, donde nuestros dirigentes políticos y empresarios de éxito son, por regla general, hombres blancos, es natural que creemos dentro de nosotras mismas la sensación de que no pertenecemos/merecemos determinados espacios.
El fenómeno es resultado de lo que podemos llamar violencia simbólica, un concepto acuñado por Pierre Bourdieu en la década de los 70 y que se utiliza para “describir una relación social donde el “dominador” ejerce un modo de violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los “dominados” (Bourdieu, 1994).
Esta violencia, que es reforzada principalmente por los medios de comunicación, está interiorizada y naturalizada hasta el punto de que creemos que las cosas “siempre fueron así” y por lo tanto, nuestros valores y lugares dentro de la sociedad serían no solo incuestionables, sino también inmutables.
Por lo tanto, es coherente que las mujeres negras sean las más vulnerables al “síndrome del impostor”, ya que sufren cotidianamente las opresiones de género y raza, señalándolas constantemente como personas de segunda clase.
Las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes enumeraron algunos signos que fueron presentados por las víctimas del “síndrome del impostor”:
1) Cuando te conviertes en una adicta insana al trabajo
Intentas trabajar el doble porque crees que todos a tu alrededor son más inteligentes o capaces, el esfuerzo extra sería para encubrir una supuesta inferioridad.
2) Te obsesionas con la perfección en todo momento
Cuando es necesario hacer una presentación en público o enviar un informe, revisas el trabajo hasta el agotamiento y sientes muchísima presión para que todo salga impecable.
3) Intentas ocultar tus talentos esforzándote menos que los demás.
En este caso, sabes que podrías ir más lejos, pero no lo intentas por miedo a fallar. Si no logras algo, prefieres que la gente crea que fue por pereza y no por estúpida, así que la gente tendrá menos razones para juzgar tu desempeño en un intento de protegerte del juicio de los demás.
Entender el machismo y racismo estructurales de nuestra sociedad es un paso importante para librarse del síndrome del impostor, el derecho de sentirnos cómodas y de movernos libremente en terrenos de producción intelectual nos fue negado como si no fuéramos buenas lo suficiente para ello durante siglos. No lo seguiremos permitiendo. Reivindicaremos no solo nuestro espacio, sino también referentes de calidad para nuestra comunidad.
Master en Estrategia y Creatividad Digital por la Universitat Autònoma de Barcelona. Miembro de Black Barcelona.
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Fuentes:
https://www.afronta.org/single-post/2016/03/31/A-S%C3%8DNDROME-DO-IMPOSTOR
http://www.bakadesuyo.com/2015/09/impostor-syndrome/
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/07/ls-portada.html
https://afrofeminas.com/2016/08/26/5-ejemplos-de-violencia-simbolica/