Afroféminas

Las empresas europeas obtienen resultados poco satisfactorios en políticas de diversidad

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Aunque cada vez más organizaciones en el mundo llevan a cabo políticas y estrategias para crear un lugar de trabajo equitativo e implementar programas de diversidad e inclusión, las empresas europeas siguen obteniendo resultados poco satisfactorios, con una puntuación media de 5,69 sobre 10.

Esta es una de las principales conclusiones del Índice DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) de EY, realizado en colaboración con FT-Longitude, que recoge la opinión de 900 altos cargos y 900 empleados no directivos de nueve países europeos (Alemania, Austria, Bruselas, España, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal y Suiza) sobre la diversidad, equidad e inclusión de sus organizaciones.

Los datos reflejan cómo la plantilla califica a sus empresas en dos dimensiones: el alcance de un enfoque integral de DEI y el nivel de cultura DEI practicado, calificadas en una escala de 0 a 10.

Según el informe aunque la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) forman parte cada vez más importante de la agenda corporativa de las empresas a nivel mundial, solo el 7 % de ellas están inmersas en construir una cultura diversa e inclusiva en el lugar de trabajo.

Las empresas europeas han obtenido una puntuación media -muy mejorable- de 5,69 puntos sobre 10. Tras Suiza, que logra la mejor puntuación, con una media de 6,0, se sitúa España (con un 5,92), Portugal (5,85), Austria (5,68), Países Bajos (5,65) e Italia (5,63).

Alemania es el país con peor desempeño (5,44), seguido de Bélgica (5,48) y Francia (5,56).

1 de cada 3 personas ha enfrentado discriminación en su empresa

Una de las razones sería que la diversidad en los equipos directivos sigue siendo relativamente baja: solo el 34 % de las personas en puestos ejecutivos afirman ser miembros de grupos infrarrepresentados, en comparación con el 66 % del resto de la plantilla.

Además, una de cada tres personas empleadas dice haberse enfrentado a comportamientos discriminatorios, pero casi la mitad (49 %) no lo denunciaron. 

Casi dos tercios (60 %) de las empresas no abordan la diversidad por motivos de discapacidad, una cuarta parte (25 %) no ha tomado ninguna medida para mejorar la diversidad cultural y el 36 % no ha puesto en marcha iniciativas sobre diversidad LGBTI+. Por ejemplo, más de la mitad (55 %) de las personas LGBTQIA+ dan una puntuación baja a la capacidad de ser ellas o ellos mismos en el lugar de trabajo.

En general, menos de la mitad califican su organización de “buena” en muchas dimensiones de la diversidad. Las áreas más débiles son la diversidad socioeconómica y por discapacidad.

El índice también evidencia que las organizaciones dirigidas por equipos diversos son también más propensas a aplicar políticas que apoyen a sus plantillas, como darles flexibilidad para trabajar dónde y cuándo quieran (36 % frente a 19 %). 

Las empresas españolas ocupa el top 2 europeo

En el caso de España, aunque los datos recopilados muestran que muchas organizaciones están abordando algunos aspectos de la diversidad con eficacia -en particular la diversidad de género-, la puntuación media obtenida en el Índice DEI apenas pasa el ecuador de la clasificación (5,69 sobre 10) y se coloca en el top 2 por detrás de Suiza.

Solo en torno a la mitad de las personas encuestadas valoran a su empresa como buena o muy buena en algún aspecto de DEI, como la diversidad en términos socioeconómicos, de género, culturales, étnicos y del colectivo LGTBI+.

La investigación muestra la enorme diferencia entre la percepción que tienen los equipos directivos y la experiencia de las y los empleados, lo que demuestra la ineficacia de la implementación actual de estas medidas. Por ejemplo, dos tercios (67 %) de los altos directivos califican a su organización como “buena” en cuanto a diversidad étnica o cultural, frente a menos de la mitad de los empleados no directivos (46 %).

Del mismo modo, el 71 % de los directivos califica a su organización de buena en materia de diversidad de género, frente al 56 % de la plantilla. EFE


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