Han pasado 63 años desde la creación de la muñeca Barbie y desde entonces las versiones de las muñecas se han trasformado según los cambios de la sociedad y las profesiones. Su origen inspirado en la hija de su creadora Barbara, la caracteriza como una mujer blanca, alta, rubia de cabello liso y de medidas corporales 60, 90, 60. La idea inicial es que esta muñeca les permitiera a las niñas de alrededor del mundo soñar con su futura carrera y creo que así fue, con más de 58 millones de ejemplares cada año, Barbie logra estar presente en los juegos de infancia de muchas niñas y niños.
En mi caso, como una niña negra, Barbie se convierte en un sueño en la que me quiero convertir, no por la carrera profesional sino por su aspecto físico. Gran parte de mi infancia jugaba con las Barbie de mis vecinas porque en mi familia no teníamos recursos económicos suficientes para acceder a ellas, desde peinar el cabello hasta cambiar de ropa, ir de compras, jugar a ser veterinarias, cocineras, profesoras etc. Su cabello liso y largo me emocionaba demasiado y quería tenerlo como ella. Al ser una niña negra de cabello afro crecí con esa idea de en algún momento alisarlo para al menos ser como ella y así lo fue, solo en el aspecto de su cabello, ya que en el color de piel y de su cuerpo imposible.
Como expresa Mena (2021) el ejemplo de la muñeca Barbie, se constituyó en el símbolo apetecido de las niñas. Sus productores apostaron a convertir ese personaje en un modelo universal de ser una mujer única, blanca, exitosa, delgada y rubia. A partir de ese modelo, las niñas se ven atrapadas en ese ideal de ser niña y aspiran a parecerse a ella.
A mis treinta y un años y desde el lanzamiento del tráiler oficial de la película Barbie, empecé a cuestionarme mi infancia y pensar en todas las niñas del mundo que pasaron por lo mismo que yo, queriendo sentirse identificadas con un modelo de muñeca que nunca será igual a mí en todos los aspectos de la vida, pero que durante mi niñez afecto mi modo de verme ante un espejo y creo una versión falsa de lo que soy yo realmente.
La marca Barbie se ha convertido en una industria que hace parte del capitalismo, que llega a todos los hogares en este caso en Colombia y qué su ideal hegemónico de belleza perjudicó la identidad de muchas niñas negras incluyendo la mía. Mientras iba creciendo nunca me vi identificada en ninguna muñeca negra con cabello afro, a pesar de que la primera Barbie negra con cabello afro se presentó en 1980. Yo nunca supe que existía porque no tuve acceso a ella. Muchos años después sacaron una línea de muñecas Barbie afrodescendientes que en 2023 muchas niñas negras no saben que existen.
En Colombia, Según el DANE 2018 (censo a la población) reveló que la población afrocolombiana del país asciende a 4,6 millones de personas. La mayoría de la población se encuentra en estado desigual frente a otro tipo de población por lo tanto el salario minino de gastos en un hogar colombiano no permite que los padres puedan comprarles a sus hijas unas muñecas tan costosas como las Barbie, así pues, la mayoría de las niñas tendrá que conformarse jugando con las Barbie de sus amigas del barrio y de la escuela que no se parecen a ellas porque no hay dinero para comprar una Barbie negra de cabello afro.
El precio de la Barbie es inaccesible para muchas familias afrodescendientes, lo que me hace pensar que muchas niñas negras juegan con muñecas blancas de pelo liso en las que no se ven y reconocen y tristemente se moldean a las ideas que lo blanco y el cabello liso es lo único valido y aceptado en este mundo. Hace tres años que yo deje mi cabello afro al natural y desde entonces estoy en proceso de sanación con mi niña interior que deseó jugar con una Barbie al menos parecida a ella, pero tristemente no fue así y me duele pensar que esta generación de niñas siga creciendo con un modelo hegemónico qué invalida la belleza real y la realidad de la población afro. La representación de juguetes es importante durante el desarrollo de la infancia y adolescencia de las niñas y niños. Como señala Cárdenas (2012) en la infancia se debe estar muy atentos a los tipos de juguetes que el adulto dispone en los juegos porque con las muñecas no solo se entrega un juguete que le hará compañía a las niñas, sino que representa un modelo de sociedad que apoya a las pequeñas en sus construcciones identitarias.
Es claro qué este tipo de juguetes genera traumas que una niña no es capaz de ver de manera crítica. Finalmente el colonialismo y el capitalismo logró imprimir en mí la idea de no querer ser Negra, no querer mi cabello, blanquear mi piel y no sentirme perteneciente en ningún espacio, a ninguna comunidad. Una muñeca logro dañar mi identidad durante mucho tiempo, pero veinte años después he logrado sanar y aun sigo en proceso, ¿pero a quien reclamo? ¿A quién le exijo lo que intentaron borrar? ¿A mis padres? ¿Al estado? a la empresa de Mattel?. Hoy 2023 el sistema opresor no pudo conmigo: amo mi color de piel, mi cabello afro y mi cuerpo sin medidas hegemónicas. H realizado un proceso menta y físico en el que aun sigo ,resistiendo y luchando para permanecer, pero me duele saber que en el mundo aún existen muchas niñas, mujeres negras que siguen afectadas por el impacto del fenómeno Barbie en la infancia.
En este momento quiero un mundo en donde todas las niñas negras se sienten identificadas no solamente con muñecas negras sino con mujeres negras que en la realidad están luchando por la reivindicación de los Derechos humanos en todas las áreas de la vida económica, social, política y sé que siempre han existido, pero que la sociedad patriarcal, racista y machista las invisibiliza. Menciono este hermoso fragmento de Edna Liliana Valencia en su libro el racismo y yo:
Más mujeres negras en cargos de poder, más muñecas negras en cada almacén. Más personas negras que podamos ver, más historias negras que podamos leer.
Por eso nombro a la Educación como la principal responsable de generar una conciencia social qué permita que las niñas negras accedan libremente a jugar con muñecas de todo tipo para evitar efectos desastrosos de odiar la hermosa negritud con la que nacemos.
Bibliografía
García (2021). LOS COLORES DE LA INFANCIA:: Encrucijadas de los niños negros ante el lápiz color piel. REVISTA BRASILEIRA DE EDUCAÇÃO, CULTURA E LINGUAGEM, 5(10).
Cardenas, (2012). Infancia, juegos y juguetes: contribuciones a un análisis histórico-cultural de la educación en Colombia (1930-1960). REVISTA PEDAGOGÍA Y SABERES NO 37. PP 25-36. Editorial de la Universidad Pedagógica Nacional.
Valencia, (2022). El racismo y yo. Intermedio Editores S.A. S