Soy de nacionalidad Dominicana y desde muy temprana edad fui alisada, porque como ya sabemos mi pelo es malo y no podía salir de casa con ese pajon suelto o despeinada.
A la fecha tengo 25 años de edad, hace 2 años me gradué de abogada, y hace aproximadamente 6 meses decidí dejar de procesar mi pelo, no fue una decisión que tomé a la ligera, primero porque el concepto que tenía sobre el pelo rizado o afro desde que tengo uso de razón, es de que usar el pelo rizo es un estilo no formal para el tipo de profesión a la que me dedico y segundo porque como dominicana que soy nos han enseñado de que éste tipo de pelo es malo, es una greña que debe domarse o peinarse.
Gracias a Dios tengo el apoyo de mi madre, mi hermana y mi mejor amiga quienes de hace varios años usan su pelo totalmente natural. En ese mismo orden cuento con el apoyo de mis jefes quienes no tiene ningún tipo de prejuicios en cuanto al pelo rizo a afro se refiere.
Aún estoy en transición y pensar en cortar todo el pelo dañado me da tanto miedo como si tuviera una serpiente en frente (reptil al cual más temor le tengo, incluso mis pesadillas son con estos animales), por consiguiente, alisaba mi pelo cada 2 meses, no soportaba ver el crecimiento y mucho menos que los demás se dieran cuenta, durante años pensé que mi pelo era malo y no podía salir a relucir.
Cuando llegó a mi mente esta idea de usar mi pelo natural empecé indagar en las redes, a leer artículos sobre el tema, además a buscar las opiniones de celebridades con el pelo rizo en diferentes profesiones, empecé a fijarme en las mujeres que usan el pelo rizo en los tribunales, y les preguntaba que si sus jefes no le dicen nada y así sucesivamente.
Ahora cada mañana me miro al espejo y me digo a mi misma que no hay nada malo en mi, si no en mi sociedad, en mi cultura, ya que no nos aceptamos tal cual somos, no nos gusta nuestro pelo, no nos gusta nuestro color de piel, no nos gusta nuestros ojos de color oscuro, y me voy más lejos frecuentemente solicitamos visas para conocer otros países sin antes conocer el de nosotros mismos, lo que me hace llegar a la conclusión de que NO ACEPTAMOS NUESTRA RAZA.
Desde un principio lo que más me preocupaba de dejar mi pelo al natural era mi profesión, por comentarios como: «Tu pajón no representa tu profesión». Hoy por hoy existen entidades jurídicas y no jurídicas que no le permiten a sus empleados usar el pelo rizo o afro.
Entonces analizando mi situación, y teniendo unos jefes que no son discriminadores del pelo rizo o afro, decidí no colaborar más con esta idea errónea de que mi pelo es malo, y que ir a trabajar con el pelo rizo como abogada que soy haría ver informal.
Aunque no tengo mi pelo totalmente natural todavía, desde ya me siento empoderada, fuerte, natural, me acepto, me siento lista para enfrentar los comentarios negativos y demostrar que estoy orgullosa de ser una afrolatina y desde ahora una Afrofémina.
@Alejandra.gonzalezr
Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Actualmente cursando la especialidad de Derecho Mercantil y Societario en la misma universidad, y en ejercicio de la profesión como abogada litigante. Orgullosamente dominicana, me encanta hacer ecoturismo, me gusta leer, escuchar música, hacer ejercicios, y compartir con mi familia.