En las páginas ocultas de los libros de Historia Argentina se esconden grafismos de color negro, aquellos que fueron tapados, borrados y que tantos blancos poderosos quisieron que fueran olvidados. Esto último no fue posible gracias a los herederos de esta historia, aquellos afrodescendientes que cuentan lo que en la escuela nadie te contó, lo que en los libros ninguna editorial publicó.
Las calles de San Telmo, en Buenos Aires, pintan una historia. Las calles de Dock Sud, en Avellaneda, cantan un pasado. En Zona Sur viven las mayores comunidades afrodescendientes de Argentina. Aquellas que están acá desde siempre pero que tantos gobiernos a lo largo de los años escondieron. La historia negra de Argentina comienza en la Época Colonial, con los españoles llegaron a nuestro territorio también las primeras personas esclavizadas, navegaban días pasando hambre, maltrato y frío dentro de precarios barcos que salían de África. Héroes y heroínas de nuestra historia lucharon por la Independencia junto a figuras como San Martín, tal es el caso del Sargento Cabral o Manuel Belgrano que asignó como Capitana del Ejército del Norte a nuestra Madre de la Patria, María Remedios del Valle. Incluso cada vez más historiadores confirman que Bernardino Rivadavia era afrodescendiente.
Desde el ejército hasta la mismísima presidencia, la sangre africana luchó y honró al pueblo argentino. La pregunta es entonces, ¿por qué tanta gente se está enterando de esto ahora? La cultura eurocentrista dominó los conocimientos y escribió los libros y las historias que nos contaron generación tras generación. Hoy acceder a mayor información es posible y expandir los conocimientos es un deber que nos debemos, las raíces florecen cuando se expanden. Esta historia que hoy me toca contar como heredera de una cultura afrodescendiente crecerá cada vez más mientras las páginas sigan escribiendo con tinta negra lo que quisieron borrar.
El tango, la milonga, el locro y el lunfardo tienen condimento africano en sus raíces desde aquellos años en los que se fue creando nuestra Patria.
Volviendo a la línea de tiempo, la primera ola migratoria afrodescendiente (porque previamente hablamos de esclavizaciones forzadas, no de ola migratoria) fue a comienzos del siglo XX. Llegaron de la Isla de Cabo Verde y trajeron bailes, alegrías y sueños. Los caboverdianos siguieron migrando en comunidades hasta mitad del siglo XX.
Ya a principios del siglo XXI fuimos refugio para comunidades senegalesas y nigerianas que venían escapando de sus tierras, buscando un lugar mejor. Estas son las famosas olas que están mal calificadas socialmente como “la llegada de los negros a Argentina”. Ya estábamos. Siempre estuvimos. Hicimos tanto para que Argentina sea Argentina. Hoy, somos los herederos los que debemos levantar la voz. Somos los responsables de dar a conocer a nuestros padres, abuelos y ancestros. Hoy, nuestra misión, es honrar nuestro linaje.
En el año 2020 fue publicado el documental “Afroargentinos” que busca visibilizar la historia de la cultura afro en Argentina con testimonios en primera persona:
Geraldine Fortes
Afrodescendiente argentina, heredera de una cultura.