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Tragedia en la valla de Melilla: Dos años de la masacre

Hoy se cumplen dos años de la mascare de la valla de Melilla que le costo la vida a 27 personas. No han pagado los culpables de este crimen y las autoridades españolas y marroquís, añaden al asesinato de estas personas, el oprobio de la mentira y el silencio. No fue un accidente.


Migrantes sobre la valla de Melilla | Agencias

Un informe reciente de Border Forensics ha demostrado que las víctimas fueron dirigidas repetidamente al cruce fronterizo de Barrio Chino y reprimidas violentamente por las fuerzas del orden marroquíes y españolas una vez atrapados. La agencia con sede en Ginebra alega también que las muertes resultantes de la tragedia de Melilla el 24 de junio de 2022 «no fueron un accidente».

Los defensores de los derechos humanos exigen que las autoridades marroquíes y españolas rindan cuentas, dos años después de que estallara la violencia mortal contra los inmigrantes en la frontera de Melilla.

Las autoridades de ambos lados de la frontera deben «arrojar toda la luz sobre esta masacre y responder finalmente a las demandas de verdad y justicia de las víctimas y sus familias», afirmó la organización Border Forensics en su nuevo informe que fue publicado el pasado martes 18 de junio.



¿Qué pasó el 24 de junio de 2022 en Melilla?

El 24 de junio de 2022, alrededor de dos mil migrantes intentaron cruzar la valla fronteriza que separa la ciudad de Nador de la ciudad de Melilla. La tragedia se cobró la vida de 23 personas según las autoridades marroquíes (27 personas según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). 

«La violenta represión infligida a los migrantes por agentes del orden marroquíes y españoles convirtió el paso fronterizo de Barrio Chino en una trampa mortal y resultó en una fosa común», dice el informe.

«Nuestro análisis muestra que los numerosos muertos y desaparecidos durante la masacre del 24 de junio de 2022 no fueron un accidente. Por el contrario, los migrantes fueron dirigidos repetidamente hacia el paso fronterizo de Barrio Chino y reprimidos violentamente por agentes del orden marroquíes y españoles una vez que fueron atrapados allí», concluye el informe. La mayoría de las víctimas eran hombres negros.

El sistema de represión racista en la frontera

Border Forensics, que utiliza análisis espacial y visual para investigar prácticas de violencia fronteriza, publicó el informe en colaboración con Defensa de los Derechos Humanos Iridia y la AMDH. Border Forensics dijo que examinó imágenes de satélite y recopiló los testimonios de más de 30 supervivientes.

El documento, titulado «Una contrainvestigación sobre la masacre racista del 24 de junio de 2022», contradice las conclusiones de los documentos oficiales sobre la tragedia de Melilla.

«El discurso oficial español y marroquí afirma que fue la beligerancia de los propios inmigrantes la que hizo necesaria la represión y sus empujones dentro del paso fronterizo lo que causó las muertes ese día», afirma el informe. «Mientras las autoridades españolas intentan eximirse de cualquier responsabilidad argumentando que lo que estaba sucediendo en el patio bajo control operativo marroquí era invisible y que no se produjeron muertes en territorio español, nuestra contrainvestigación refuta cada una de estas acusaciones».

Según Border Forensics, Marruecos utilizó su sistema judicial para «seguir reprimiendo a los supervivientes de la masacre», en lugar de determinar a los responsables. Algunos de los supervivientes han sido condenados a prisión por presuntos actos de violencia y otros delitos.

La fiscalía española dice no haber encontrado ninguna prueba de violaciones y ha cerrado su investigación, añade el informe.

«Además, lejos de ser desmantelada, la valla fronteriza ha sido reforzada y, aunque los cruces fronterizos han disminuido desde el 24 de junio de 2022, el sistema de represión racista en la frontera permanece sin cambios», escribió Border Forensics.

‘Impunidad de la violencia’

Border Forensics también criticó las políticas europeas y españolas de «externalización del control migratorio establecido durante más de dos décadas, la diplomacia migratoria marroquí, la impunidad de la violencia perpetrada durante muchos años y la represión racista diaria desplegada contra los negros en la zona».

Inmediatamente después de la masacre, las autoridades marroquíes y españolas negaron su responsabilidad y «siguen haciéndolo hasta el día de hoy», añadió.

Ell Ministerio del Interior de España, en una muestra de cinismo y complicidad criminal, sigue afrimando que la Guardia Civil «actuó con proporcionalidad y legalidad, con absoluto respeto a los derechos humanos». 

La Fiscalía General del Estado cerró su investigación el 24 de junio de 2022, «sin identificar violaciones o conductas negligentes por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado». Una investigación abierta por lel Defensor del Pueblo también concluyó con los mismos resultados, tirando a la basura el prco prestigio que le quedaba a esta institución.

 El informe completo se puede encontrar aquí: Una contrainvestigación sobre la masacre racista del 24 de junio de 2022


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