Fatiga de batalla racial (FBR) es un término acuñado en 2003 por el teórico crítico de la raza William Smith. Originalmente se usó en referencia a las experiencias de los varones afroestadounidenses en ambientes universitarios y académicos. Más tarde se extendió a toda la comunidad negra estadounidense, pero ahora se expande por el mundo como una descripción exacta de las experiencias negativas y racistas que inciden en la salud de todas las personas racializadas.
William Smith define la FBR como: “el resultado acumulativo de una respuesta de estrés natural relacionada con la raza a una angustia mental y condiciones emocionales. Estas condiciones surgieron del constante enfrentamiento racialmente desdeñoso, ambientes e individuos raciales degradantes, insensibles y/u hostiles”. Las personas racializadas experimentan batallas diarias para intentar esquivar el racismo, los estereotipos y la discriminación en espacios predominantemente blancos y siempre deben estar en guardia o en tensión esperando la próxima agresión que deban enfrentar. Tanto la anticipación como las experiencias de trauma racial contribuyen a la fatiga de batalla racial.
La fatiga de batalla racial hace que las personas negras y racializadas sufran diversas formas de tensión mental, emocional y física que pueden provocar síntomas psicofisiológicos. Algunos síntomas de FBR son: Inmunidad suprimida y aumento de la enfermedad, dolores de cabeza por tensión, temblor y nerviosismo, dolor crónico en heridas ya curadas, presión arterial elevada y latidos cardíacos fuertes. Cuando las personas de racializadas con FBR anticipan conflictos por motivos raciales, pueden experimentar respiración acelerada, malestar estomacal o diarrea/micción frecuente. Otros posibles síntomas son ansiedad constante, úlceras, mayor cantidad de palabrotas o quejas, insomnio o sueños de estrés/ansiedad, cambios de humor rápidos, dificultad para pensar o hablar con coherencia y retraimiento emocional/social en respuesta a microagresiones raciales o en entornos de estrés racial constante. Estos factores estresantes pueden provocar problemas de salud a largo plazo y hacer que las personas racializadas pierdan la confianza en sí mismas y su autoestima.
El racismo a menudo se percibe como una amenaza/batalla personal. Después de enfrentar esa amenaza/batalla continuamente en espacios predominantemente blancos, las personas racializadas pueden experimentar FBR dejándolos mental, física y emocionalmente agotados.
Este trauma basado en la raza puede crear síntomas y experiencias muy parecidas al estrés postraumático. Si el FBR no se trata o se descarta, esta enfermedad psicológica y fisiológica relacionada con el estrés puede ser letal y puede causar la muerte de forma gradual y sigilosa a través de la hipertensión.
Un elemento esencial para comprender la fatiga de batalla racial es reconocer que no se trata de unos pocos incidentes aislados. Se trata del costo de existir en un sistema que crea estrés crónico .
El impacto negativo de las desigualdades socioeconómicas persistentes y los factores estresantes de la vida deterioran la salud tanto a nivel físico como emocional.
Lidiando con el trauma racial
Según la Dra. Ebony McGee de la Universidad de Vanderbilt «Superar los efectos acumulativos de vivir en una sociedad caracterizada por el dominio blanco y el privilegio produce una especie de desgaste físico y psíquico que contribuye a una serie de dolencias psicológicas y físicas”.
Los métodos tradicionales de alcanzar la excelencia, trabajando el doble para conseguir lo mismo que las personas blancas, además de la resiliencia infinita, aguantando una y otra vez los golpes, pueden perpetuar aún más sentimientos de angustia. Las personas racializadas necesitan encontrar otras formas de abordar la fatiga de batalla racial y hacer frente a situaciones hostiles, ambientes y personas que les causan experiencias traumáticas. Es un trabajo conjunto eliminar las desigualdades y todas las formas de discriminación, marginación, agresión, insulto e invalidación para reducir el impacto negativo en las personas y la sociedad en su conjunto debido a la Fatiga de Batalla Racial.
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Algunas medidas que podemos tomar para evitar la FBG
Aislamiento consciente: desconéctate de las interacciones desencadenantes u otras situaciones que puedan provocar la lucha, la huida o la congelación de la respuesta. Tienes derecho a alejarte de situaciones negativas y traumáticas.
Descarga de energía: encuentra maneras de ejercer energía física (sal a caminar o a correr). Encuentre formas seguras de descargar la ira.
Pide ayuda: si te encuentras incapaz de sobrellevar la situación, busca un grupo de apoyo o un terapeuta experto que comprenda
el racismo sistémico, microagresiones y trauma racial para ayudarte. Tú no estás locx.
Haz comunidad: busca personas que te reconozcan y aprecien a ti y tus experiencias. Comparte tus sentimientos con personas empáticas y comprensivas con lo que te enfrentas y afrontas. Compartiendo tu dolor con los que te entienden y comparten experiencias puedes encontrar un camino a la sanación. Ser parte de una red de apoyo ayuda.
Participa en causas de justicia social: usar tu dolor y sanación para ayudar a otros brinda satisfacción. Enfócate en el dolor, la ira y la tristeza mientras alivias el aislamiento al conectarte con otros para lograr el cambio. No seas una mártir, pero encuentra formas de canalizar tu dolor para hacer el bien a ti misma y a los demás.
Participa en Actividades Relajantes como yoga, meditación, actividades creativas, aromaterapia, disfrute de la naturaleza.
Encuentra lugares y formas de consolarte, desestresarte y apoyarte. Practica el autocuidado. Cuidarse a ti misma no significa ser egoísta. Significa que tus necesidades también cuentan.
Aliméntate bien, haz ejercicio, descansa bien, evita toxinas, reduce situaciones de estrés y ¡RESPIRA!
Atiende a Toda Tu Esencia: regálate tiempo, espacio y apoyo emocional. psíquico, psicológico,
bienestar físico y espiritual. El trauma racial afecta todos los aspectos de tu ser.