Nacido un día de nochebuena de hace más de siglo y medio, en las cenizas de Sur derrotado en la Guerra Civil, el Ku Klux Klan murió y renació antes de perder la lucha contra los derechos civiles en la década de 1960. Sus miembros disminuyeron, lo que era un grupo unificado se rompió y muchos de sus seguidores fueron a prisión. Muchos creyeron que el grupo estaba muerto. Pero un fantasma de odio y violencia vestido de blanco, sigue recorriendo los estados del sur de Estados Unidos.
Sin embargo, hoy en día, el KKK sigue vivo y sueña con restaurarse a lo que alguna vez fue: un imperio invisible que extiende sus tentáculos por toda la sociedad. Con 157 años de existencia, el Klan está tratando de remodelarse para una nueva era.
Los miembros del Klan todavía se reúnen por docenas bajo los cielos estrellados del sur para prender fuego a sus cruces de madera ocultos como fantasmas cobardes en la oscuridad de la noche. La era Trump les dio un impulso que hace tiempo que no tenían, desde el sur profundo hasta el noreste. Lo más preocupante es que algunos grupúsculos del Klan llevan años intentando fusionarse con grupos más grandes para fortalecerse.
Los líderes del Klan saben que la política de EE.UU. está tremendamente polarizada después del mandato de Trump, a medida que la mentalidad nacionalista de nosotros contra ellos se profundiza en todo el país. Detener o limitar la inmigración, un deseo del Klan que se remonta a la década de 1920, es una causa que cohesiona a la derecha y hace que las posturas extremas, como la del Klan, sean cada vez más atractivas para muchos jóvenes blancos que reciben mucho veneno desde las redes. Se sabe que los miembros del Klan han aumentado desde el último mandato del primer presidente negro, Barack Obama.
Unirse al Klan es tan fácil como rellenar un formulario on line, eso sí, siempre que se sea blanco y cristiano. Los miembros pueden visitar una tienda en la Web para comprar una de las batas de algodón blanco de marca registrada del Klan por unos 140 euros, aunque muchos derrochan en la versión satinada de 170.
Si bien el Klan ha aterrorizado a las minorías durante gran parte del siglo pasado, y todavía hoy ha estado involucrado en atrocidades, no es ni de lejos tan violento como el Klan de los años 60. Se trata de una falta de capacidad, más que una voluntad real de no actuar. Incluso el propio Klan habla de autodefensa, en un intento de disfrazarse de organización política pacífica para atraer a los nuevos militantes que tengan más remilgos. Tuvieron que cambiar su estrategia después de que una serie de miembros fueran a prisión durante años, después por ataques mortales con incendios provocados, palizas, atentados con bombas y tiroteos
La mayoría de los grupos del Klan actuales siguen siendo pequeños y operan de forma independiente, separados por desacuerdos sobre temas tan variopintos como asociarse con neonazis, realizar manifestaciones públicas o usar la túnica característica del KKK en colores distintos al blanco.
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Es imposible decir cuántos miembros cuenta el Klan hoy en día, ya que los grupos no revelan esa información, pero los líderes afirman que hay miles repartidos entre decenas de grupos locales llamados Klaverns.
La Liga Anti-Difamación, un grupo que monitorea la actividad del Klan, describe a los Leales Caballeros Blancos de Chris Barker como el grupo más activo en la actualidad, pero estima que no tiene más de 200 miembros. Calculan en 3000 los miembros totales del Klan en todo el país.
Otras organizaciones antirracistas calculan que los cabezas puntiagudas pueden ser no más de 6,000 miembros en total, lo que sería una mera sombra de los 2 a 5 millones de miembros estimados en la década de 1920.
Formado solo unos meses después del final de la Guerra Civil por seis ex oficiales confederados, el Klan originalmente parecía más una fraternidad universitaria con túnicas ceremoniales y títulos extraños para sus oficiales. Pero pronto, comenzaron a aterrorizar a los negros recién liberados. Cientos de personas fueron agredidas o asesinadas cuando los blancos intentaban recuperar el control de la derrotada Confederación. El Congreso de Estados Unidos prohibió al Klan en 1871 y el grupo murió, pero habían conseguido su objetivo. Los negros del sur tardarían casi un siglo en volver a entrar en las instituciones y poder ejercer su derecho al voto. habían conseguido borrarles de la vida pública y mantenerles en la pobreza.
El Klan parecía relegado a la historia hasta la Primera Guerra Mundial, pero resucitó cuando llegaron oleadas de inmigrantes de Europa y otros lugares, y creció más cuando la NAACP desafió las leyes Jim Crow del Sur en la década de 1920. Se unieron millones, incluidos líderes comunitarios como banqueros y abogados.
Ese impulso disminuyó, y las mejores estimaciones ubican sus miembros en unos 40,000 a mediados de los años 60, en el apogeo del movimiento de derechos civiles. Los miembros del Klan fueron condenados por usar el asesinato como arma contra la igualdad en estados como Mississippi y Alabama, donde un miembro del aún hoy Klan permanece encarcelado por colocar la bomba que mató a cuatro niñas negras en una iglesia de Birmingham en 1963.
Líderes del Klan manifiestan que detener la inmigración es el objetivo número uno en la actualidad. Ellos ya hablaban de construir un muro hace 40 años. Saben que esto les atrae seguidores, y que el ascenso de Donald Trump en el Partido Republicano y su radicalización es una señal de que las cosas van bien. Había miembros del Klan el 6 de enero de 2021 en el asalto al Capitolio.
A pesar de intentar cambiar su imagen, el Klan no ha dejado de agitar el odio racista. Su infame historia criminal no debe caer en el olvido en estos tiempos de poca memoria.