Las personas negras pasamos por eso todo el tiempo: tratamos de visibilizar el impacto del racismo en la vida de la población negra y entonces somos acusadas de lloronas, furiosas, victimistas. Tres segundos después de haber hablado, una persona blanca repite todo usando las mismas palabras y pasa a ser autoridad incuestionable en el tema racial apareciendo en mesas, publicaciones y todos los espacios posibles e imaginables para hablar de la vida de las personas negras. Y de repente lo que decimos no tiene valor y lo curioso pasa a ser una persona blanca quien habla de temas de negros. Cuando son escuchadas, esas personas dirán “Pero yo soy un aliado en esta lucha, soy un militante anti racista…” ¿Será así? ¿Qué significa realmente ser una persona no negra y actuar en la lucha contra el racismo?
A continuación, algunas pistas para quien todavía no entendió cómo es y qué hace para realmente ser una persona aliada en la lucha anti racista:
1. Entender la diferencia entre ser aliado/a y ser protagonista
Ese es el principio de actuación en luchas sociales. ¿Eres negra? ¿Eres negro? ¿No? Entonces eres una persona aliada a la lucha, no puedes hablar de la situación de opresión en primera persona porque no vives esa opresión. Tu lugar es el de quien se sensibiliza y usa su voz para enfrentarla. ¿Notas la diferencia? Es la diferencia que existe entre ser seguida por todo el personal de seguridad de una tienda que te ve como alguien que va a robar, o indignarse cuando te enteras que alguien fue seguido.
2. Apoyar sin excluir
Ese es el desafío que enfrentan todas las personas blancas aliadas: somos un país racista; la vida de las personas negras, las personas negras no importan; nadie quiere oír ni lidiar con una persona negra… Siendo así, ser aliada es usar tu voz, no puedes esconder la presencia de las personas negras que perderán entonces la capacidad de hablar de sí mismas y serán reducidas a sujetos de tercera persona. Se sincera: tú sabes que los medios adoran el blues, el jazz, el soul, el samba, mientras sea una persona blanca cantando o tocando. ¿Quieres un ejemplo concreto de cómo aliados vienen fortaleciendo el ocultamiento de las personas negras? ¿Quiénes son las cantantes de axé más queridas del Brasil? (No son negras. ¿O sí?)
3. Hable del racismo con las personas blancas
Cada vez que alguien publica, twitea, comenta algo sobre racismo, generalmente la primera reacción de los aliados es: marcar, comentar, compartir con todas sus personas negras amigas. Pero considera este consejo: si te ves como alguien que quiere enfrentar el racismo ¿no te parece que sería super eficiente hablar con las personas blancas que lo practican? Hablar con tus amigas, tus amigos, tu madre, tus hermanos, tus primos, tus primas…
4. Si hay personas negras para hablar, son ellas quienes deben hablar
Este es el clásico: mesa para hablar sobre todo y cualquier tema en la vida de la población negra compuesta sólo por personas negras, de inmediato alguien va a cuestionar eso en la platea y todo el mundo se va a apurar a explicar que el evento se preparó de apuro y que de todos modos ahí las personas están super relacionadas con el tema racial. ¿Vamos a hablar en serio? Si hay una mujer negra, un hombre negro, un niño negro, una adolescente negra, una anciana, un anciano, si hay cualquier persona negra que pueda ocupar ese espacio, es imperativo que sean esas personas las que hablen, de lo contrario es supervisión, invisibilización, exclusión.
5. Nunca quieras enseñar a las personas negras cómo será la liberación
¡Y sí…! Abandona ese paradigma mesiánico estilo Anatomía de Grey de matrimonio blanco exitoso que adopta una niña negra africana y construye una vida feliz para ella. Por favor, no reiteres estereotipos racistas de subordinación y falta de gestión del pueblo negro. Acepta el hecho de que serán las personas negras los sujetos y actores de su proceso de liberación.
6. No te pongas a la defensiva
¡Es así! Siempre que una persona negra cuenta el impacto del racismo en su vida, de inmediato los aliados comienzan a enumerar a todas las personas negras que frecuentan su casa, que han sido sus amigos de infancia, que bautizaron a sus niños… De acuerdo, pero eso no significa que el racismo no exista.
La diferencia entre decir y realmente ser una persona aliada es esa: entender cuál es su lugar en la lucha, promover la discusión con los blancos, no invisibilizar o excluir a las personas negras en la discusión y estar siempre atento a revisar su propio discurso, sus prácticas, sus afectos y actuar efectivamente para enfrentar el racismo.
Viviana Santiago
Activista afrobasileña. Creadora del Blog Palavra de Preta