Lxs racializadxs tenemos una larga historia de carencia en cuanto a referentes, ya que los medios nos mostraban lo menos posible hasta hace muy poco. Hoy en día tenemos la suerte de contar con una Viola Davis, una Lupita Nyong’o, una Beyoncé o una Indya Moore a las que admirar (entre muchas otras artistas negras). Sin embargo, cuando nos alejamos del ámbito de la música y el cine se nos va haciendo cada vez más difícil encontrar quién se parezca a nosotras y no precisamente por falta de «personal».
A la hora de buscar referentes en la literatura, tenemos una amplia cantidad de mujeres negras anglosajonas de las que podemos nutrir nuestro intelecto con novelas, ensayos, poemas, etc, y aunque pueda parecer que no nos falta acceso a estas lecturas, ya que contamos con tremendas escritoras como Toni Morrison o Alice Walker, que sí han sido traducidas, lxs hispanohablantes sí carecemos de traducciones que nos faciliten la lectura pues no debemos suponer que cualquiera tenga un nivel tan alto de inglés como para comprender «Barracoon: The Story of the Last Black Cargo» de Zora Neale Hurston o «The Wife’s Tale» de Aida Edemariam. Parece que aún, en nuestra sociedad mayoritariamente blanca, no se nos da la importancia que tenemos como ciudadanos que somos y no son conscientes de que al igual que ellos han tenido la suerte de crecer con historias como Harry Potter, nosotrxs también deberíamos poder tener fácil acceso a una infinidad de libros cuyos personajes se asemejen más a nosotrxs, pues aunque muchos no lo entiendan, SÍ hay diferencias sociales y culturales entre blancxs y racializadxs hasta en los más pequeños detalles de nuestra vida.
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Esto afecta especialmente a los más jóvenes, justo en las edades que más necesitamos referentes, ya que pocos de los libros juveniles dirigidos a jóvenes negrxs están traducidos. Parece ser, que por alguna razón, ven más necesario traducir todos los libros de John Green y no cualquier romance entre dos personas racializadas (que abundan), que nos hagan sentirnos parte del mismo cuento de hadas.
Poco a poco vamos teniendo más libros disponibles en español donde se hable de nosotros, pero aunque suelen tener el tema racial como tema principal, lo cual está muy bien, ese no es el único objetivo. Debemos empezar a ser conscientes de que a pesar de nuestro color de piel, nuestros orígenes y lo que esto ocasiona en nuestro día a día, nuestra vida no solo se centra en eso. También podemos contar historias de fantasía, amor o humor, donde no todo sea lo que hemos sufrido, a cuántos de nosotros han matado y cosas por el estilo. Esto no quiere decir que lo anterior no sea importante pues tener consciencia de la historia de nuestra comunidad es algo que tanto nosotros como los que no se ven directamente afectados no debemos olvidar y sobre lo que no debemos dejar de informarnos pero, asimismo los racializadxs no podemos rodearnos solo del dolor y el sufrimiento con el que cargamos desde hace siglos ya que es una tortura para nuestra salud mental como lo sería para cualquiera.
A parte de no dejar de oír cómo el mundo en el que vivimos nos rechaza continuamente, nos viene bien escuchar cómo salvamos el mundo de un gran villano o cómo formamos una banda de rap exitosa, para vernos capaces de algo más que de aguantar golpes y palos de todo el mundo. Al fin y al cabo para eso sirven los referentes y por eso nosotros que tan pocos hemos tenido los necesitamos tanto, para poder vernos cualificados para llegar todo lo alto que queramos con cualquier objetivo que nos propongamos.
Como con muchas situaciones, lxs racializadxs nos hemos cansado de que nos invisibilicen y no nos tengan en cuenta. Ya es hora de que las editoriales españolas sean conscientes de que lxs niñxs y adolescentes racializadxs también existimos y nos merecemos historias con las que podamos empatizar realmente con los personajes y sentir que la lectura nos refleja y pertenece.
Ara C. Oviedo
Estudiante de bachillerato de artes hispano-afrocubana y activista antirracista.