El racismo, por muy fuertes que seamos, deja huella. A veces, es leve y otras tan intensa que nos hunde en las profundidades de la tierra y de nuestras propias entrañas. Por eso, la comunidad es necesaria pero también lo es hablar, reconocerse y, desde luego, apoyarse. Sin embargo, cuando los bastones cercanos resultan insuficientes, es fundamental poder asirse a los conocimientos de una profesional que nos permita volver a caminar. Marian Nvumba es psicoterapeuta, sabe lo que padece la gente racializada y cómo ayudarla, porque lo ha estudiado en Inglaterra y puesto que es negra, así que, más allá de lo que expliquen los libros, su piel le ha granjeado un montón de experiencias. Ahora, está de vuelta aquí y quiere contarnos y que le contemos.
¿Qué provocó que estudiaras psicología?
Me gustaría aprovechar mi respuesta para romper con la creencia de que quienes estudiamos psicología lo hacemos porque nos gusta ayudar a la gente. La verdad es que si yo escogí esta carrera, fue para entenderme a mí misma y mis propias tormentos internos. Por otro lado, desde una edad muy temprana, me he hecho muchas preguntas y, en esa época, cuando empecé con mi descubrimiento personal de las falsedades del mundo , no sentí que tuviera a alguien ahí para acompañarme. A mí me gustaría ser esa persona, con el objetivo de que quienes pasen por lo que yo pasé, se sientan acompañadas.
Tú te has formado en Reino Unido, ¿ahí se contempla la perspectiva de raza?
Generalizar nunca es un acierto, no puedo hablar en general de todos los estudios de Reino Unido, pero sí hablaré de los míos y sí hay una perspectiva de raza que es muy importante, además. De hecho, había un bloque entero centrado en este tema y recuerdo haber hecho bastantes ejercicios relativos a este eje.
¿Por qué es importante esa perspectiva?
Considero que es fundamental y una de las razones por las cuales las personas racializadas no están encontrando la ayuda que necesitan en España, debido a que no se tiene en cuenta esa perspectiva de raza. Por otro lado, es muy difícil dar con psicólogxs que no sean blancxs. No podemos juzgar ni trabajar con todo el mundo de la misma forma, hay que tener en cuenta el contexto de origen, porque dependiendo de dónde venga la gente, tendrá unas costumbres, una educación, unas creencias y eso no se puede obviar. Ahora bien, tampoco puede ser la razón por las cual tengamos prejuicios, o sea, no podemos encerrarnos en creer que porque este sea africano o asiático será así o asá. Hay que valorar las culturas pero estar abierta a descubrir, realmente, cómo es la persona que tienes delante.
¿La formación en Reino Unido difiere mucho de la de España? ¿En qué?
Sí, aunque no creo que todos los cursos de psicoterapia sean iguales, de hecho, en el mundo de la psicoterapia hay niveles diferentes. Para mí, la gran diferencia es que los años que yo estuve estudiando era básico y fundamental estar en terapia. Es más, ahora puedo decir que yo no me fiaría de ningune psicólogue que no haya pasado por terapia, puesto que es importante conocer nuestros propios demonios si vamos a lidiar con los demonios ajenos. También tuvimos muchos fines de semana intensivos de práctica y nuestros tutores, en cierto modo, tenían la misión de destrozarnos para que nos volviéramos a reconstruir. Fue muy intenso y yo diría que una de las mejores cosas que he hecho en mi vida.
¿Qué crees que podría aportar tú, gracias a esa formación foránea, como psicoterapeuta aquí?
Me sirve mucho haber trabajado en Inglaterra, tengo la mente abierta, he trabajado con gente de diferentes clases, orígenes, religiones… y pongo todo de mí para aportar.
Uno de los denominadores comunes de la población migrante y/o racializada aquí es su precariedad, ¿hasta qué punto es posible que una psicóloga afro dé terapia gratis si ella también es poco boyante?
Esta es una situación muy complicada en la que nos vemos envueltos les profesionales racializades. Yo tuve la suerte de que mis estudios fueron muy completos y también se trató el tema del dinero. Creo que todo el mundo tiene derecho a terapia, independientemente de su economía. Es más, moralmente estamos obligados a dar algo de nuestro tiempo de manera altruista. Por otro lado, considero fundamental que mi tiempo sea valorado porque lo que doy tiene un valor incalculable. Además, si yo estoy en una situación precaria, seguramente, podré ofrecer menos calidad a mis clientes, por eso es importante que trabajemos en nosotres mismes a todos los niveles. Eso incluye tener las necesidades básicas cubiertas, no tener que preocuparnos por pagar la luz o por comer.
Por último quiero hablar un poco del significado del dinero en la psicoterapia. El dinero significa compromiso, la gente se compromete si le cuesta dinero, yo me negaba a creer este punto hasta que he tenido ocasión de comprobarlo varias veces en mi práctica. No importa que sean 50, 5 o 1€, lo importante es el compromiso.
Desgraciadamente, en España no se da importancia a la salud mental y no sale mucho o nada de dinero del gobierno para cubrir esta parte, razón por la que quedan pocas o ninguna opción para las personas racializadas.
Y yendo a lo personal, ¿por qué decidiste instalarte en Londres?
Hay varias razones, algunas, quizá, más superficiales que otras. Para empezar, siempre me había visto atraída por la música y por aprender inglés. A mi modo de ver, los idiomas son como una llave que me permite comunicarme. Pero luego, tenía la sensación de que “había algo más” y en cuanto llegué a Londres lo descubrí. Lo primero es que se me abrieron los ojos porque, de golpe, había dejado de ser “la chica negra” para ser Marian.
Acabas de estrenar perfil profesional en Instagram y en el primer vídeo que hiciste hablaste de referentes, ¿cómo de importantes son para las personas negras?
Lo son hasta un punto vital, de vida o muerte, así de radical. Necesitas ver para saber a dónde ir. Si ves, te puedes inspirar; si ves, sabes que puedes elegir; si ves, puedes tener más claras tus posibilidades y creer más en ti.
¿En España hay un problema de falta de referentes, de visibilidad de los que sí existen o de no animarse a buscarlos?
Esa pregunta me ha hecho reflexionar. Puede que yo todavía tenga el trauma de haber crecido con pocos referentes. Tengo que reconocer que ahora hay muchísimos más y con las RRSS es una pasada,puesto que basta con encontrar a una para tirar del hilo y poder hallar más. Es algo bastante bonito que podamos guiarnos les unes a les otres, casi sin pretenderlo, de manera natural. Así las cosas, yo diría que, en la actualidad, el problema es poner interés y buscar, sí, pero también lograr que las instituciones reconozcan nuestra existencia y tengan en cuenta la importancia de tener plantillas diversas. No puede ser que tú seas la única periodista negra que esté haciendo imagen en un canal nacional.
¿Qué podría aprender la sociedad española de la inglesa en temas de diversidad? ¿Y a la inversa?
Me parece fundamental dejar claro que Inglaterra también es un país racista, sin embargo, tienen un mínimo de formas. Por ejemplo, han dejado atrás los chistes de negros o de homosexuales. En Inglaterra he visto a gente parecida a mí en todos los puestos. En todos. ¿Sabes lo importante que es eso?
¿Y a la inversa? No sé, tendría que seguir pensando.
Unas líneas más arriba te preguntaba por tu actividad en Instagram, varias psicólogas tienen una presencia importante en RRSS, ¿cuánto de importante son para tu profesión en los tiempos que corren?
Debo reconocer que he tenido que ponerme las pilas en este ámbito, estaba algo alejada de las RRSS, pero he hecho las paces con ellas y las estoy usando de una manera bastante empoderadora.
Trabajo sobre todo online, por Skype. Lo bueno que tienen las tecnologías es que no nos hace falta estar físicamente juntes cuando podemos trabajar desde diversas partes del mundo.
¿En qué proyectos estás metida ahora mismo?
Ahora estoy trabajando con una organización feminista y antirracista que se llama AMAR y nuestra intención es poder desarrollar nuestra labor en institutos. También trabajo de forma particular, en mi web y mis RRSS. Actualmente estoy completamente abierta y dispuesta a afrontar proyectos.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Tengo la tremenda suerte de amar lo que hago, por tanto, mi sueño es seguir. El futuro, para mí, ya está aquí, de modo que mi idea es continuar haciendo lo que estoy haciendo y afianzarme más en mi trabajo.
Lucía Mbomío
Periodista, actualmente en “Aquí la Tierra” en TVE
Twitter @luciambomio
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