Afroféminas

Blackface en España:¿Cómo puede decirme, a mi una persona Negra, que esa mierda NO ES racista?

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“Mercedes…. Tu nombre es en Español… Pero….. Tu eres Americana…. ” siempre me lo dicen con la misma imposición vocal confusa y ceños fruncidos. Lo quieren decir realmente con eso es «Mercedes, tu nombre es Español, pero …tu eres Morena».

Soy una Afrolatina neoyorkina que vive en Washington DC, una zona que tenía una gran necesidad de cambio cuando terminé mis primeros dos años como educadora y mi maestría en educación en mayo de 2017. En septiembre, hice dos maletas grandes y me mudé al otro lado del océano Atlántico para enseñar inglés en España. No estaba exactamente segura de lo que estaba buscando, pero lo que encontré aquí fue un país lleno de rica cultura, hermosa arquitectura, comida interesante además de gente fascinante y – racismo. Se estarán preguntando:

«¡pero es de Estados Unidos! ¡¿Acaso América no es racista ?! «La respuesta corta a esa pregunta es: Sí. América es racista. El racismo institucionalizado en Estados Unidos está en todas partes, desde las escuelas hasta el mundo laboral, en el ámbito carcelario y en el mercado de la vivienda. Pero en Estados Unidos, con la excepción de The Orange Man y sus amigotes, la mayoría de las personas intentan barrer su racismo bajo la alfombra y la abierta burla o degradación de los grupos minoritarios es socialmente inaceptable. Sin embargo, en España, es todo lo contrario.

Durante mis cinco meses viviendo en un pequeño pueblo a unos veinte minutos a las afueras de la ciudad de Valencia, he estado expuesta a la ignorancia y el racismo que mis 25 años de vida en Estados Unidos nunca me proporcionaron. Como mencioné, en EE UU el racismo es más institucionalizado que social, lo que permite que el país se oculte y se salve la cara, aunque la mayoría conozca la verdad sobre el país en el que vivimos. También es importante que reconozca mi propio privilegio de ser una mujer birracial que vive en la Costa Este, siempre en ciudades muy racialmente diversas y liberales. En España he sido testigo y he experimentado cosas que nunca antes había visto, como innumerables pintadas de símbolos nazis en las paredes de la ciudad, incontables episodios con extraños metiendo sus manos en mi cabello sin permiso además de una mujer que necesitaba ubicarse que nos gritó » morenos» para captar mi atención y la de mi acompañante para luego llamarnos mentirosos. Mis amigos Afrodescendientes y yo tuvimos que responder ante la policía en pleno restaurante por haber pedido que se descontará de la cuenta un plato que era incomible, y ese mismo día un artista callejero se acercó a nuestra mesa moviendo sus caderas, chasqueando los dedos y gritando «uh uhhhhh» -burlándose con el típico estereotipo de chica Negra de ghetto. ¿Le hizo eso a otras personas? Por supuesto que no.

Avanzamos aproximadamente un mes y medio después y es cuando el racismo y el prejuicio de España hacia las personas Afrodescendientes me llamó poderosamente la atención justo antes de las vacaciones de Navidad, cuando los Reyes Magos vinieron a visitar a mis alumnos en el trabajo.

Antes de este día, había escuchado muchas veces que el Blackface era popular en España, pero tenía la impresión que la escuela en la que trabajaba, podía presumir de tolerancia y multiculturalidad.Por desgracia, esta teoría era incorrecta y me esperaba un duro despertar. Como soy profesora de inglés interina, me desplazo a diferentes aulas para enseñar inglés, ese día no tuve clases porque todos los estudiantes se quedaron con su maestra principal. La maestra con quien trabajo más estrechamente, también es la coordinadora de idiomas de la escuela, me pidió que cubriese su clase de sexto grado para poder ver a su hijo en una función infantil con los Tres Reyes Magos. Cuando regresó, me pidió que les ayudara en la habitación donde estaban los Reyes, porque los niños se les iba de las manos. Sin dudarlo, caminé por el pasillo para ayudar y antes de que entrara a la habitación vi por la ventana de la puerta, la encarnación de lo que me recordaba a generaciones de traumas ancestrales y humillaciones sentada justo frente a mí.

Las emociones me desbordaron en seguida y me quedé fuera de la habitación tratando de convencerme de entrar y ayudar a los maestros que estaban allí con los niños. Respiré hondo y entré a la habitación, pero no podía dejar de mirar a un hombre blanco vestido con un traje de rey, con pintura marrón en toda su cara, y una sonrisa tan grande que juré que podía ver los 32 dientes en su boca. La ira y la vergüenza que recorrieron mi cuerpo, no solo era la única persona Negra en la habitación, sino que también la única persona Negra en toda la escuela, era indescriptible. Aquí estoy, constantemente yendo más allá para un grupo de personas, y así es como me ven. Cuando sentí que mis ojos se llenaron de lágrimas y que mi cuerpo comenzó a temblar, di media vuelta y salí de la habitación. Fui a la maestra cuya clase estaba cubriendo inicialmente, y le dije que no podía estar en esa habitación mientras un hombre tenía la cara pintada de negro. Dijo que lo entendía, y me dejó cubrir su clase de niños de diez años mientras me sentaba tratando de dar sentido a lo que acababa de presenciar.

Sergio Ramos, jugador del real Madrid, haciendo un Blackface por toda la cara. la normalidad con que se hacen estos actos racistas en España sorprende fuera de nuestras fronteras.

Cuando regresó, la miré y dije con franqueza «esa mierda es tan racista». Ella respondió a mi enojo con una sonrisa incómoda, «Sé que en tu país es racista, pero aquí, es exactamente lo contrario: ¡es inclusión! Él era Negro y queremos incluir eso «. Aún más irritada ahora, le pregunté, «si se trata de inclusión, ¿por qué no podíais simplemente encontrar a una persona Negra?» Su respuesta, «porque, Mercedes, aquí no hay Negros. ¿Cómo celebran las vacaciones en su país? «, Su sonrisa incómoda se convirtió en una sonrisa nerviosa. «¡Simplemente usan a una persona Negra!», Grité, y de inmediato dejé de hablar, porque no tiene sentido discutir con alguien que se ha comprometido a malinterpretarlo. ¿Cómo puede decirme, a mi una persona Negra, que esa mierda NO ES racista? Pensé mientras salía de su habitación.

Todo el resto del día, me sentí derrotada. Como no tenía ninguna clase, tuve el lujo de poder esconderme en una habitación vacía durante el resto del día. Cuando me sentí mejor, entré en la sala de profesores para hacer algo de trabajo, pero cuando entré en la mesa, vi una esponja rosa cubierta de pintura marrón, aparte de los trajes que llevaban los hombres de la habitación. Un segundo , ¿es alguien que trabaja aquí? Pensé, volviendo a estar molesta otra vez más . Inmediatamente saqué mi teléfono y le expliqué a mi hermana lo que pasó, «cuando vuelvo a casa de visita para Navidad, no vuelvo por aquí después «, le dije.

«No es tan grave, esa maestra tenía razón sobre lo que dijo , que era para fines inclusivos porque era Negro y no hay ninguno que trabaje en tu escuela» es lo que podrías estar pensando mientras lees esto. El caso es que sentí que no podía trabajar para o con personas que ven mi piel y la de mi gente como un disfraz, utilizando lo para burlarse, y luego simplemente desestimar mis sentimientos en contra sobre lo ocurrido.

El Blackface tiene un contexto históricamente extremamente racista no solo en Estados Unidos, sino también en Europa. Los Blancos en los Ministrel shows se grimaban la cara con pintura marrón o negra, dibujaban caricaturando

enormes labios rojos y retrataban lo que consideraban comportamientos estereotipados de la población Afro-Americana solo para el entretenimiento de la gente Blanca. (Para obtener más información sobre Blackface y su presencia histórica, consulte a Google.) Actualmente, estos tipos de espectáculos no son tan visibles, pero el Blackface todavía lo es. La cultura Negra o sus actores estereotipados o reales no son disfraces que se pueden poner y quitar cuando uno lo decida cuando quiere ser Negro por un instante. No existimos para el entretenimiento ajeno, ni para ser la burla del resto de la sociedad. No somos parte de un cuento de hadas, o criaturas majestuosas flotando en el abismo mítico que puedes pretender ser cuando te conviene. En las palabras de Jesse Williams en su famoso discurso BET Awards en 2016, «solo porque somos mágicos, no significa que no seamos reales».

Con el apoyo de mi increíble hermana, amigos, mentores e incluso algunos desconocidos, he decidido permanecer en mi puesto de trabajo y proporcionar a mis alumnos una verdadera educación multicultural y antirracista dando lo mejor de mi capacidad. Desde ese día, tuve conversaciones muy importantes con mis alumnos de secundaria sobre identidad, cultura y opresión. Por desgracia No enseñaré en este lugar permanentemente, pero si puedo plantar las semillas del cambio en solo algunos de sus cerebros y corazones, lo consideraría un trabajo bien hecho.

 

Mercedes Alicea

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